Enseñanza de los jóvenes previo a Rosh Hashaná

 
Por Amiela Spector.
Colaboración: Vanina Feniger y Ester Chelger.

Cuando comencé a escribir estas líneas, vislumbré que contarles sobre OFEK, nuestro nuevo programa para jóvenes de JABAD, era una hermosa forma de empezar este Rosh Hashaná.

Para quienes trabajamos en OFEK, y en especial para los jóvenes, sabemos que es de vital importancia que toda la comunidad conozca que esta nueva institución con todo su equipo de profesionales acompaña a jóvenes mayores de 18 años a construir su proyecto de vida. Un proyecto de vida sólido y autosustentable dentro de un marco cuidado, con valores profundos y una red integral de apoyo que les permite ir avanzando en los de lograr sus objetivos.

 

Pero por sobre todo aquello que hacemos, existe un mensaje más profundo, que es lo que “hoy” realmente deseamos trasmitir. Y es que son ellos, los jóvenes, los que nos enseñan día a día y nos dejan un legado a nosotros los adultos quienes, en demasiadas oportunidades, estamos cegados y atravesados por la complejidad del entorno.

Acompañando a los jóvenes comprendimos lo que es salir adelante a pesar de tantas adversidades, sin victimizarse.

Entendimos lo que es la humildad de validar los miedos y afrontarlos, siendo conscientes de las caídas, de los tropiezos de la vida, pero sin doblegar el espíritu.

Vimos sus miradas al buscar nuevos horizontes con el alma repleta de valentía, abriendo el corazón hacia todos sin etiquetas, sin historias, sin prejuicios y empatizando siempre con el prójimo

Abracemos la importancia de la dignidad, cuando los vimos legitimando los miedos y las emociones, demostrando que la vulnerabilidad es parte fundamental en el ser humano, y solo asumiendo esta verdad se puede ayudar y dejarse ayudar.

Los encontramos, tan únicos y tan valiosos, repletos de ganas de luchar por sus sueños, con   esa luz que bucea en el alma de cada uno y que vale la pena potenciar.

Los reconocimos pasionales, alegres, luchadores, talentosos, amantes de la paz y de la verdad. Puros, enérgicos, entregados, buscadores insaciables del sentido de la vida.

Los que nos hacen reflexionar, los que nos ayudan a buscar nuestra mejor versión. Los que con sus ejemplos, su fuerza y su nueva forma de ver las cosas nos interpelan con un nuevo paradigma, para construir un mundo mas equitativo, con mas significado.

Son ellos los que nos enseñan que…

No importa cuánto nos hayan quitado, cuanto nos hayan dañado y doblegado, los iehudim sabemos lo que las pérdidas significan. Nos han quitado vidas, ciudades, muchas tierras, hogares. ¡Pero lo que nunca jamás se pierde o se nos quita es la esperanza!

La esperanza de que lo mejor siempre pero siempre está por venir. Y que ante el odio y la destrucción nos elevamos con amor y comprensión para construir juntos un mundo en donde todos podamos vivir.

¡Gracias a los jóvenes por sus enseñanzas!

Shana tova u metuka a todo am Israel

¡Que sean inscriptos en el libro de la vida y de las bendiciones!

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