Estamos orgullosos de nuestra institución y de lo que hasta ahora hemos logrado.

 

Por Gustavo Michanie
Presidente The World Congress of GLBT Jews Keshet Ga’avah.

Hace unas semanas hemos comenzado en el calendario judío el mes de Elul, el último mes del año. Este mes nos presenta la oportunidad de aumentar nuestras buenas acciones, ayudar a los otros y reflexionar sobre cómo estamos llevando nuestras vidas.

 

Así es el comienzo desde el 1 de Elul hasta Yom Kipur (Día de Expiación), tiempo de introspección, se dedican 40 días al arrepentimiento resolviendo los conflictos tanto con Dios como con nuestros familiares y conocidos, donde luego se definen los aspectos más importantes de nuestras vidas, como la salud, nuestro bienestar, trabajo, entre otras, esperando ser inscriptos y sellados en el Libro de la vida para un buen año.

Según decían nuestros rabinos durante este tiempo, Dios se nos acerca y nos ofrece la posibilidad del arrepentimiento por todos esos actos incorretos que hayamos hecho, dándonos la oportunidad de cambiar y retomar al camino de las buenas acciones, y así terminar sellándonos en el libro de la vida para un nuevo año, el día de Yom Kipur.

 

Estos principios aplican tanto para los seres humanos como para las organizaciones e instituciones. Por ello, el periodo de Rosh Hashaná y Yom Kipur debe de ser un periodo de introspección y autocrítica que nos impulse a mejorar día a día.

 

Estamos orgullosos de nuestra institución y de lo que hasta ahora hemos logrado. Sabemos que no debemos cesar en nuestra misión, mediante la que buscamos incansablemente transformar nuestras comunidades en cada una de nuestras ciudades alrededor del mundo, a través de la visibilidad, la inclusión y sobre todas las cosas brindando espacios seguros, siempre en busca de aliados referido en temáticas LGBTQ+ y, sobre todas las cosas, siempre apoyándonos en los valores del pueblo judío.

 

Sin duda alguna los logros en todos estos años del The World Congress se deben al compromiso y apoyo de todas las instituciones miembros y amigos alrededor del mundo, que tienen la convicción que sólo a través de un espacio como el nuestro se puede llegar a cada rincón, llevando justamente el Tikum Olam (Reparar el Mundo) logrando transformar a las Comunidades y así poder seguir preservando nuestra identidad y nuestros valores.

 

La costumbre que el pueblo judío realiza en este período para despertar la introspección sobre nuestro comportamiento es escuchar el sonido del Shofar. El motivo de esta práctica tiene su origen en nuestra tradición, la cual relata que cuando Moshé ascendió al Monte Sinaí en el primer día del mes de Elul, para recibir las segundas Tablas de la Ley, hizo tocar el Shofar en el campamento de Israel con el objetivo de que todos supieran que había ascendido al Monte y se cuidaran de no cometer nuevamente cosas que estaban prohibidas.

 

Quiera el Creador del Universo reciba nuestras Tefilot (plegarias) y nos otorgue un año colmado de bendiciones, salud, alegrías, buenos deseos para cada uno de nosotros y nuestras comunidades, para nuestros seres queridos y para nuestros hermanos de otras creencias religiosas, hoy más que nunca pedimos por la paz en el mundo entero.

 

Shana Tova u Metuka y Gmar Jatimá Tová