¿En qué creés que se mejoró y qué creés que aún debe perfeccionarse sobre tu anterior gestión?

 

La gestión anterior estuvo marcada por la pandemia. Claramente no pudimos desplegar todo nuestro potencial por las limitaciones que dominaron la vida de todos durante mucho tiempo. Nos tuvimos que ocupar, más que de ninguna otra cosa, de sostener a nuestras instituciones para mantener activa la vida judía en Argentina.

 

Esta nueva gestión tiene como objetivo central llevar adelante cada vez más acciones que tengan que ver con la defensa de los Derechos Humanos y el combate contra el antisemitismo y los mensajes de odio contra otros colectivos que hoy dominan el espacio público y que son la muestra más perturbadora del desprecio hacia el prójimo, porque buscan arrinconarlo y segregarlo.

 

A esta gestión, que se inició hace pocos meses, le estamos imprimiendo mucha dinámica y visibilidad. Queremos ampliar nuestras relaciones y llegar a la mayor cantidad posible de los actores de la vida política, social, económica y cultural de nuestro país. La DAIA se ha transformado en estos últimos años en un referente ineludible para toda la sociedad argentina a la hora de defender los valores más importantes de una sociedad democrática: el pluralismo y el respeto hacia el otro. Por eso, gracias al trabajo de los dirigentes y de nuestro staff profesional, estamos avanzando en ese sentido firmando acuerdos con más provincias, más municipios, más ONG’s y más empresas.