Para quienes trabajamos en OFEK, y en especial para los jóvenes, sabemos que es de vital importancia que toda la comunidad conozca que esta nueva institución con todo su equipo de profesionales acompaña a jóvenes mayores de 18 años a construir su proyecto de vida. Un proyecto de vida sólido y autosustentable dentro de un marco cuidado, con valores profundos y una red integral de apoyo que les permite ir avanzando en los de lograr sus objetivos.

Pero por sobre todo aquello que hacemos, existe un mensaje más profundo, que es lo que “hoy” realmente deseamos trasmitir. Y es que son ellos, los jóvenes, los que nos enseñan día a día y nos dejan un legado a nosotros los adultos quienes, en demasiadas oportunidades, estamos cegados y atravesados por la complejidad del entorno.

Acompañando a los jóvenes comprendimos lo que es salir adelante a pesar de tantas adversidades, sin victimizarse.

Entendimos lo que es la humildad de validar los miedos y afrontarlos, siendo conscientes de las caídas, de los tropiezos de la vida, pero sin doblegar el espíritu.

Vimos sus miradas al buscar nuevos horizontes con el alma repleta de valentía, abriendo el corazón hacia todos sin etiquetas, sin historias, sin prejuicios y empatizando siempre con el prójimo

Abracemos la importancia de la dignidad, cuando los vimos legitimando los miedos y las emociones, demostrando que la vulnerabilidad es parte fundamental en el ser humano, y solo asumiendo esta verdad se puede ayudar y dejarse ayudar.