Sin dudas esto es el sionismo que describió Herzog en Basilea, según comentamos anteriormente.
El desplante al embajador israelí en Santiago es un desplante al país, pero también constituye una negación del derecho a la defensa del único estado judío del planeta Tierra, lo que en los hechos significaría que los judíos en general y los israelíes en particular quedemos a la deriva del destino, lo que es peor aún, a los designios del terrorismo judeofóbico.
En simultáneo, una noticia debió haber conmovido al mundo, o al menos a los que siempre tiene algo para decir sobre Israel y lo que llaman el apartheid (imaginario) y la violación de los DD.HH. de los palestinos por parte del estado judío. En Irán, la policía de la moralidad (SIC) asesinó a una joven de 22 años por no llevar correctamente colocado el velo que le cubre la cara.
Mesha Hamini, una joven kurda que estaba de visita en Teherán con su familia, fue literalmente muerta a golpes por la teocracia de los ayatollas, mientras el mundo se manifestó poco y nada al respecto. Los mismos grupos que habitualmente condenan a Israel y al sionismo por la supuesta ocupación, ahora callan frente a la barbarie.
Recordemos también que Irán convoca habitualmente a terminar con Israel, erradicar a los judíos y que está en pleno proceso de producción de uranio destinado a la construcción de bombas atómicas.