del mal que los seres humanos somos capaces de cometer, sino también un compromiso colectivo para evitar que tales atrocidades volvieran a ocurrir. Pensábamos que esta evolución garantizaría que, al menos durante nuestra vida y la de las generaciones futuras, este odio ancestral quedaría relegado a los márgenes. Desgraciadamente nos equivocamos. Quedó dolorosamente claro que el antisemitismo simplemente está latente. Ha quedado claro que la humanidad no ha aprendido las lecciones que el Holocausto debería haberle enseñado.

Para el Pueblo Judío, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, nunca ha habido un período tan preocupante marcado por un antisemitismo tan flagrante y generalizado. Para el Estado de Israel, desde su fundación, nunca ha habido un momento en que su existencia, hoy amenazada, haya sido tan necesaria.

Año tras año, generación tras generación, en este tiempo de Iamim Noraim, tiempo de cambio, tiempo de reflexión, debemos sumar un testimonio de nuestra resiliencia colectiva y

de nuestro espíritu indomable. Resaltar enfáticamente la creencia de que D-os siempre cuidará y protegerá a Su Pueblo, a los Hijos de Israel. Los acontecimientos recientes han revelado un sentimiento muy fuerte de unidad y altruismo entre nuestro pueblo. A lo largo de nuestra historia hemos enfrentado y superado muchos obstáculos y tragedias. Estos también los superaremos.

Shaná Tová Tikatevú Vetejatemu y Jag Sameaj

Abraham Ben Teive Menuja Bat Moshe Siempre en nuestros corazones Hijos hijas hermano hermana sobrinos nietos
H-H
Medicina
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CABA