Por Gustavo Szpigiel – Director de Vis a Vis
Desde hace muchos años, desde Vis á Vis les proponemos a un grupo de dirigentes, rabinos, periodistas y personalidades de la comunidad escribir una editorial en nuestra revista anual por Iamim Noraim.
Cada año disfrutamos de la lectura de cada uno de ellos contándonos historias sobre el pueblo judío, las comunidades y fundamentalmente sobre las Altas Fiestas.
Cuando comenzamos a elaborar la revista para este año, determinamos que el eje tenía que ser Iamim Noraim y el 7 de octubre.
Durante toda nuestra existencia, el ser judío tiene dos misiones centrales: una es la de transmitir de generación en generación el legado de nuestros padres, abuelos y bisabuelos. La otra es recordar el Holocausto y a sus víctimas para que la peor tragedia que tuvo la humanidad no quede en el olvido.
En 1948 se creó el Estado de Israel, el único Estado Judío del mundo. La única democracia en la región. El lugar desde donde salen nuevas tecnologías, medicinas y un ejército militar ubicado entre los principales del universo que defiende a sus ciudadanos.
Ese mismo ejército que arriesgó su vida hace pocas semanas, por ejemplo, para rescatar a Farhan al-Qadi, un hombre de 52 años, musulmán y miembro de la comunidad beduina. Todos en Israel festejaron este nuevo rescate.
Israel es el lugar donde la diversidad y el orgullo van de la mano de los valores democráticos. El lugar que no te pregunta qué tenés para darle cuando llegás sino que te recibe, te aloja y te da sin condiciones.
El único país de la región en el que conviven todas las