Shofar nos vuelve al equilibrio, al sentimiento esperanzador de que hay posibilidades de regresar a la calma del encuentro. Del encuentro con los vínculos lastimados, con los sueños frustrados, con las energías perdidas. Un nuevo soplido interior en nuestras vidas, si la tarea está cumplida,

aprovechando las llaves de oportunidad que nos brinda la búsqueda y la transformación en estos tiempos. 

¡Que tengamos la bendición de abrir los oídos y el corazón para escuchar y ser protagonistas de nuestra renovación!

¡Shaná Tova Umetuká!