rendir cuentas. “Iom Hadin”.
El Shofar tiene como objetivo invitarnos a salir de la enfermedad del olvido y construirnos en la salud del recuerdo. Somos criaturas con responsabilidades; de palabras, acción; con libre albedrío en la elección.
La pregunta es si somos capaces de escuchar. ¿Escuchar significa que ingresen sonidos al oído? ¿Sabemos escuchar? ¿O sólo nos gusta que nos escuchen? ¿Tenemos paciencia para escuchar?
Durante el año nos cuesta escuchar; prestamos poca atención a la escucha. Este mes es un entrenamiento que nos obliga a la escucha. Se nos pide que nos quedemos quietos y atentos a la escucha.
La humanidad tiene el problema de no saber escuchar. Rosh Hashaná y nuestra esperanza de mejorar nos brinda la oportunidad de ésta vez salir mejores. ¡Pon atención! Si quieres cambiar, hay una sola técnica: ¡Escuchar!
Tekiá es un sonido pleno, sencillo; simple. Se utilizaba para convocar a la comunidad,
para avisar celebraciones, festejos, alegrías. Unidad. Reconocer a Dios como Creador y Supervisor.
En cambio, cuando el pueblo salía a la guerra, se enfrentaba contra el enemigo, se escuchaba la Truá, el cual es un sonido roto, cortado, complicado.
Lo mismo que Shevarim, un lamento, un llanto, una desilusión, un fracaso.
La compaginación de las Tekiot del Shofar siempre empiezan y terminan con Tekiá.
Lo sencillo y simple; lo dificultoso y complejo. Así es la vida. la composición del toque del shofar; en el comienzo y en el final, hay calma y tranquilidad, paz y armonía. En el medio, problemas, súplica, complicaciones…
Al comienzo venimos de Él y nos sentimos protegidos, pero la vida debemos vivirla, sufrirla, trabajarla, amarla, disfrutarla. Y una vez al año, entrenarnos en la escucha. Escucha propia, de los otros y de la misión que nos dieron en este tiempo.
De esta forma, escuchar el