se sentirán tentados a detener a soldados o políticos israelíes argumentando que el principio de complementariedad no rige para Israel, ya que la justicia en ese país no es fuerte. Lo mismo podría argumentar, supuestamente, un fiscal de la Corte Penal Internacional.

¿Qué pruebas podría aportar el demandante, aquel que dice que la “complementariedad” no rige para Israel? Bueno, para comenzar, cientos de artículos de personas que aseguran que Israel “ya” es una dictadura, pasando por declaraciones de jueces israelíes que se oponen a las reformas y, por supuesto, las declaraciones de políticos locales que no destacan por su exactitud.

4) La imposición de una sensación de crisis económica

Técnicamente hablando, la situación económica israeli es buena. Sin embargo, cuando agencias crediticias hablan sobre la posibilidad de reducir el estatus crediticio de Israel, debido a las reformas judiciales, o empresas líderes tecnológicas aseguran que se irán del país si se aprueban las reformas, o cuando la prensa israeli resalta

cada mínima reducción en las acciones de la bolsa de valores de Israel, entonces la “sensación de crisis” se puede concretar en una “crisis tangible”.

Los factores psicológicos son importantes a la hora de comprender las conductas económicas. En otras palabras, si estamos convencidos de que estamos en camino a una dictadura, es imposible que la actividad productiva no se resienta.

Por el momento, los datos fríos no demuestran que Israel vaya en camino de una recesión, lo que no significa que estamos liberados de tal escenario.

5) Desde Israel estamos avergonzando a nuestros hermanos judios en la diásporas

El espíritu dominante de los interesados en Israel es de inquietud. Personas comprometidas se cuestionan qué desean imponer desde el Gobierno de Israel, por qué han escogido este momento, qué pretenden los manifestantes y, sobre todo, por qué los israelíes se están expresando de forma tal dicotómica.