apoyo popular, como ser el foro frente al cual dijo esto, los reservistas de la aviación del “grupo 555”.
En vez de recibir una condena rotunda y contundente, hay quienes solapan y justifican esta objeción rebelde como una medida justificada y racional. No lo es. Como bien dijo Alan Dershowitz, incluso si todas las reformas expuestas por el ministro de Justicia Yariv Levin son aprobadas, Israel no dejará de ser una democracia. Netanyahu dijo que se concentrará en una reforma más, ligada a la comisión de elección de jueces.
La gravedad de la situación radica en el hecho de que este tipo de declaraciones abren las puertas del infierno. Hoy son irresponsables de un lado los que condicionan el altruismo nacional a lo que consideran una calamidad…pero mañana sucederá que el gobierno legítimo de Israel ordenará la evacuación de ciudades judías más allá de la línea verde, en el marco de un plan de paz, y entonces aparecerán miles de soldados de infantería que no “ejecutarán” tal medida legal del gobierno…por considerarla una aberración y una amenaza a la
seguridad de Israel. Ellos también serán objetores (sarbanim) y no ayudará que la prensa del momento los condene diciendo que lo de los “pilotos 2023” eran “otras personas y otras circunstancias” (argumento clásico del demócrata poco coherente).
Una vez que se abren las puertas del infierno, será difícil controlar la proliferación de fenómenos parecidos.
3) La amenaza del principio de “complementariedad”
La Corte Penal Internacional no posee el derecho de investigar la conducta de soldados israelíes ya que, cuando el sistema judicial local es eficiente y prestigioso, se supone que son los jueces locales quienes controlan y procesan la conducta inapropiada de nuestros soldados. En otras palabras, una justicia fuerte evita, supuestamente, que cortes internacionales intervengan amenazando la libertad de los soldados.
Uno de los argumentos preocupantes sobre las disputas actuales es que países que adoptaron el principio de justicia universal (como España)