(Por Danny Lew – Presidente KKL Argentina)
En Basilea tuvimos un sueño: retornar a nuestra tierra ancestral. Soñamos con tener una tierra, un hogar donde vivir, trabajar y soñar. Ese sueño, que empezó como una idea, se convirtió en una realidad y al mismo tiempo en un nuevo sueño: el de tener un mejor futuro. Retornamos a la tierra de Israel y construimos un país fuerte, vibrante y pujante. Fuimos y somos protagonistas de la construcción del Estado de Israel.
La historia del KKL nos enseña que los sueños no tienen
límites, y que siempre es posible lograr lo que nos proponemos. Hemos cambiado la historia de muchas personas y comunidades en todo el mundo.
Este año, gracias a nuestro trabajo en Argentina, hemos inaugurado 4 nuevos bosques. Fuimos testigos de la colocación de la piedra fundacional de la Casa KKL para la Excelencia en Beit Shean y estaremos inaugurando 10 nuevos refugios de seguridad cerca de la frontera sur. Pero nuestra labor no termina con el desarrollo económico y social de Israel.
Estamos invirtiendo en formar a nuestros hijos y nietos en todas las comunidades del mundo, para que puedan seguir nuestro trabajo y continuar el legado. Nuestro mayor reto es la formación de nuestros niños, y la manera en que podremos asegurar nuestro futuro. Este año hemos llevado a Israel a 18 educadores de la red escolar judía para participar del Encuentro Mundial de Educación organizado desde nuestro Departamento de Educación, donde durante 10 días recorrimos Israel y visitamos proyectos del KKL.