implica un sano ejercicio en el arte de superar el accionar de nuestra propia omnipotencia, reconociendo que la estrechez de espíritu y el egoísmo deterioran la vida armónica que debe primar en los vínculos humanos, en la naturaleza y en el universo.

Este sentido profundo de auto-superación involucra el desarrollo de nuestro propio potencial para descubrir

la sublime misión que asumimos en esta tierra, trabajando con esfuerzo para cumplirla en su auténtica y probada dimensión. 

Que cada día de este último mes pueda resultar una guía para hacer del resto del calendario un mejor tránsito en nuestra existencia.