Una nueva propuesta para un nuevo año

(Por Dr. Ariel Gelblung – Director del Centro Simon Wiesenthal para América Latina)

Estamos a las puertas de un nuevo período de introspección individual.

Los Iamim Noraim, o días temibles, que tenemos por delante sirven de autoevaluación. De analizar qué hemos hecho bien y, sobre todo, qué hemos hecho mal.

Una vez que identifiquemos qué es lo que no hicimos bien, tenemos una oportunidad de remedio, de reivindicación, de redención.

Saber qué es lo que no hicimos bien nos da la posibilidad de cambio. Enfrentar las consecuencias de nuestro error

involuntario o el daño voluntario que causamos para no dejar las cosas mal.

De nada sirve esperar a Iom Kipur para pedir perdón al cielo, en un diálogo con la Divinidad, dejando fuera la dimensión humana.

El daño se arregla aquí, en este plano terrenal, y quien debe arreglar lo roto somos nosotros asumiendo nuestras responsabilidades. Debemos poner la cara y hacernos cargo de lo malhecho, reparándolo.

Este proceso verdaderamente nos hace mejores.

Propongo para este nuevo año que esta oportunidad se transforme en colectiva.

Buscar cómo remediar el odio gratuito entre hermanos, que tanto daño está ocasionando en nuestro Eretz Israel.

Ver qué podemos hacer desde nuestro lugar para cerrar las grietas abiertas en nuestras sociedades latinoamericanas.

Propugnar el abandono del discurso de odio para trabajar en pos de la convivencia en la diversidad.