oído la voz del pueblo. Allí es donde les aclara los derechos y privilegios que podrá tener el Rey, tal como los otros pueblos, pero con la singularidad de que el pueblo no podrá sumirse al Rey. He aquí la sutil diferencia entre lo que no puede ser, Jefe de Estado, y la función que deberá ejercer, la de Primer Mandatario, ya que la realeza de los Hijos de Israel no surgió por mandato divino, sino por clamor popular, y quienes conforman al pueblo son los que delegan su mandato.

Bajo estos parámetros se erigió el primer gobierno judío unificado en su tierra.

Del mismo modo que el Reino Unificado de Israel se estableció a la luz del Mishpat Hamelej, el Estado de Israel se proclamó, y se autorreguló con una nueva y ejemplar carta magna: la Declaración de la Independencia.

Una vez que el Estado de Israel se independizó, y así el Pueblo Judío accedió de manera formal al concierto de las naciones, David Ben Gurión declaró la independencia el 5 de Iar de 5708 según el calendario hebreo (14 de mayo de 1948), pronunciando este documento que le da energía a Israel para

ser el faro ético que logro ser. Tal como lo expresó Ben Gurión mejor que nadie: “No retornamos a la Tierra de Israel por el derecho de la fuerza, sino por la fuerza del derecho”.

La Declaración de la Independencia  es un texto irrefutable e insustituible que avala al Estado de Israel. Esta contiene sucesos históricos, dejando en claro que “la tierra de Israel fue la cuna del pueblo judío. Aquí se forjó su identidad espiritual, religiosa y nacional. Aquí logró por primera vez su soberanía, creando valores culturales de significado nacional y universal, y legó al mundo el eterno Libro de los Libros”. También recalcando que a pesar de la lejanía física, el vínculo del pueblo con la tierra se mantuvo inalterable, ya que “luego de haber sido exiliado por la fuerza de su tierra, el pueblo le guardó fidelidad durante toda su dispersión y jamás cesó de orar y esperar su retorno a ella para la restauración de su libertad política”.

La justificación histórica, sumada al derecho natural de la autodeterminación del pueblo y al reconocimiento internacional, habilitan la existencia del