Índice de la Revista VISÁVIS 2024
Iamim Noraim y el 7 de octubre
Por Gustavo Szpigiel – Director de Vis a Vis
Desde hace muchos años, desde Vis á Vis les proponemos a un grupo de dirigentes, rabinos, periodistas y personalidades de la comunidad escribir una editorial en nuestra revista anual por Iamim Noraim.
Cada año disfrutamos de la lectura de cada uno de ellos contándonos historias sobre el pueblo judío, las comunidades y fundamentalmente sobre las Altas Fiestas.
Cuando comenzamos a elaborar la revista para este año, determinamos que el eje tenía que ser Iamim Noraim y el 7 de octubre.
Durante toda nuestra existencia, el ser judío tiene dos misiones centrales: una es la de transmitir de generación en generación el legado de nuestros padres, abuelos y bisabuelos. La otra es recordar el Holocausto y a sus víctimas para que la peor tragedia que tuvo la humanidad no quede en el olvido.
En 1948 se creó el Estado de Israel, el único Estado Judío del mundo. La única democracia en la región. El lugar desde donde salen nuevas tecnologías, medicinas y un ejército militar ubicado entre los principales del universo que defiende a sus ciudadanos.
Ese mismo ejército que arriesgó su vida hace pocas semanas, por ejemplo, para rescatar a Farhan al-Qadi, un hombre de 52 años, musulmán y miembro de la comunidad beduina. Todos en Israel festejaron este nuevo rescate.
Israel es el lugar donde la diversidad y el orgullo van de la mano de los valores democráticos. El lugar que no te pregunta qué tenés para darle cuando llegás sino que te recibe, te aloja y te da sin condiciones.
El único país de la región en el que conviven todas las
religiones. Es el mismo lugar donde se celebra Rosh Hashaná, Iom Kipur, Navidad y cada una de las fiestas de cada credo.
Todos lo sabemos: el 7 de octubre hubo un quiebre. El 7 de octubre se cruzó un límite donde no hay regreso. Los terroristas de Hamás asesinaron a sangre fría a más de 1200 personas y secuestraron a más de 240, incluyendo bebés, niños, mujeres y ancianos, de los cuales hay más de un centenar cautivo..
Israel sufrió y sufre el ataque, los familiares de los secuestrados piden por ellos, los soldados se juegan la vida en cada minuto que están en Gaza para rescatarlos mientras en la diáspora acompañamos de la manera que podemos hacerlo.
Desde Vis á Vis seguiremos informando minuto a minuto sobre esta situación como lo venimos haciendo desde el 7 de octubre de 2023 cuando se apagó la música en el Festival
Nova. Es la manera que elegimos nosotros de unir al pueblo judío: con testimonios, con imágenes y, por supuesto, con información. Es lo que hicimos y es lo que vamos a seguir haciendo.
La resiliencia del pueblo judío hace que se vuelva a pedir en Rosh Hashaná que tengamos un año bueno y dulce – Shaná Tová Umetuká.
En Iom Kipur el deseo es Jatimá Tová.
Seguiremos transmitiendo de generación en generación nuestra identidad judía.
Recordaremos a las víctimas del Holocausto y honraremos a sus sobrevivientes.
Pediremos por la liberación de los secuestrados, lloraremos a quienes murieron, continuaremos acompañando a sus familiares y perdonaremos a quienes nos hirieron.
Pero a vos no, Hamás: vos no tenés perdón.
Un tiempo para renovar la esperanza
Por Amos Linetzky – Presidente de AMIA
Nos encontramos en los sagrados días de Iamim Noraim, un tiempo que nos invita a repasar, desde una mirada introspectiva y reflexiva, las acciones que llevamos adelante en el año que estamos dejando atrás.
Rosh Hashaná marca el inicio de un nuevo ciclo, una oportunidad para proponernos ser mejores, y para desarrollar todo nuestro potencial espiritual, acercándonos cada vez más a D’s, y honrando con nuestra conducta los valores milenarios que nos hermanan.
Todos sabemos que desde el 7 de octubre del año pasado, nada volvió a ser igual.
Desde entonces, no hay día en que no pensemos en las familias que perdieron a sus seres queridos en la atroz masacre perpetrada por Hamás. Desde entonces, no hay día en que no recemos por el regreso a sus hogares de las personas que siguen estando en manos terroristas.
En estos tiempos tan complejos no debemos olvidar que la historia de nuestro pueblo nos enseña, de manera permanente, que tenemos la fortaleza y la resiliencia para superar adversidades y para recomponernos del horror. Aún del más cruel que nos tocó vivir.
Como comunidad, no perdamos las esperanzas. Sigamos unidos en la solidaridad y en la fe que nos han sostenido a lo largo de los siglos.
En estos días de introspección, elevemos nuestras plegarias no solo por aquellos que ya no están con nosotros, sino también por un mundo en el que prevalezca la paz, el respeto y la justicia.
Shaná Tová Umetuká.
Por Dr. Jorge Knoblovits – Presidente de la DAIA
Los judíos de todo el mundo nos preparamos para recibir estos Iamim Noraim en medio de un dolor indescriptible, sin precedentes en nuestra historia moderna. La sombra de los acontecimientos del 7 de octubre de 2023 nos cubre de angustia, sobre todo por los israelíes aún secuestrados por el grupo terrorista Hamás en la Franja de Gaza y las 1.200 vidas segadas brutalmente ese día.
Estos hechos deben estar más presentes que nunca en nuestros pensamientos, reflexiones y compromisos durante estos “días terribles”, y también en nuestras acciones concretas.
Atravesaremos este tiempo de revisión y balance personal y colectivo en un contexto marcado por la peor matanza de judíos ocurrido después de la Shoá, y en territorio israelí. La brutalidad de Hamás nos ha retrotraído a situaciones que creíamos que nunca más se iban a repetir: 80 años después de la Shoá, los judíos seguimos siendo víctimas de la violencia y el odio.
Como en la Europa de la década de 1940, el 7 de octubre de 2023 vimos cómo se repetía la historia en el país que los judíos crearon precisamente para emanciparse, proteger a sus ciudadanos y evitar volver a ser perseguidos y asesinados
Debemos tener claro que necesitamos unión para poder salir fortalecidos de este trauma colectivo. Este es el momento, una vez más, de demostrarlo con valentía y entereza, como lo estamos haciendo.
Los Iamim Noraim transcurren en un lapso limitado, pero los
compromisos que adoptamos deben perdurar para enfrentar los desafíos que Israel y las comunidades judías de todo el mundo tenemos por delante. Este Rosh Hashaná y este Iom Kipur son especiales, distintos a todos los anteriores. El dolor nos obliga a redoblar esfuerzos en un contexto donde la prédica antijudía, a partir del 7 de octubre, se ha exacerbado.
La masacre dentro de los kibutzim, en las calles y en el predio donde se realizaba el festival de música por la paz, muestra hasta qué punto se revela el odio a través de la violencia explícita. Ese horror impacta en los lugares donde se cometen los crímenes y, a la vez, paradójicamente, generó un clima de intolerancia y odio hacia los judíos a nivel global.
No estamos solos, pero sí depende de nosotros mantener la voz en alto para advertir, denunciar y concientizar a buena parte del mundo que mantiene una mirada complaciente frente al terrorismo y sus réplicas
antijudías, sobre todo, en las universidades y en las calles de países democráticos.
Ya conocemos las desgarradoras consecuencias de la indiferencia y la descalificación.
La DAIA mantiene con un convencimiento irrevocable que la violencia discriminatoria y los discursos de odio pueden y deben enfrentarse con decisión. Hay que seguir trabajando para seguir desarmando las prácticas abusivas. Y en estos Iamim Noraim vamos a fortalecer el trabajo que venimos realizando desde hace 89 años para combatir el antisemitismo y fomentar y reforzar el diálogo con todos los sectores de la sociedad argentina para que la convivencia entre las distintas comunidades siga siendo un ejemplo en el mundo, aún en tiempos turbulentos como los que estamos atravesando.
Por Demián Stratievsky – Presidente de la Organización Sionista Argentina
Al acercarse Rosh Hashaná, ingresamos también en un tiempo de introspección y renovación. Un tiempo de balances y de afianzar la propia identidad.
Este año, nuestras reflexiones están profundamente marcadas por los eventos del 7 de octubre, un día que marcó, para siempre, una huella imborrable en nuestras almas y nuestra consciencia colectiva. En este contexto, el valor de la vida cobra un significado aún más profundo.
Tal como nos ordena la Torá “Ubajarta Bajaim” (y elegirás la vida) – una invitación no solo a existir, sino a vivir con un propósito, con dignidad y compromiso con nuestros valores más sagrados.
Frente a la adversidad, nuestra tradición nos inspira a ser
resilientes, a no rendirnos, sino a levantarnos una y otra vez, con la voluntad de construir un mundo mejor, más justo y más compasivo, para nosotros y para quienes nos sucedan.
En medio del dolor y la pérdida, encontramos la fortaleza para seguir adelante, guiados por la convicción de que la libertad de pensamiento, ideología y religión debe ser la regla, no la excepción. Que en cada acción, en cada decisión, reflejemos el mandamiento de “Be ahavta leraeja camoja” – amar al prójimo como a uno mismo. Es a través de este amor y respeto mutuo que podemos forjar una sociedad donde la convivencia y la paz sean los pilares sobre los que se sostiene nuestra existencia.
Hoy, mientras escribo estas líneas, más de un centenar de personas aún permanecen secuestradas en Gaza. Entre ellas, 9 argentinos, incluyendo a los pequeños Ariel y Kfir Bibas, de tan solo 5 y 1 año, respectivamente. Al levantar nuestras copas durante la cena de Rosh Hashaná, no olvidemos pedir por su pronto regreso a casa. Con vida se los llevaron, con vida los queremos. Pidamos también por los Jaialim del
ejército de Israel, quienes día a día arriesgan sus vidas en defensa del Estado y de todos sus ciudadanos. Su sacrificio y dedicación son una fuente de inspiración y un recordatorio de la importancia de mantenernos unidos en los momentos más difíciles, luchando por lo que creemos justo y valioso.
Este Rosh Hashaná, mientras hacemos sonar el Shofar, recordemos que cada sonido es un llamado a la acción, a la renovación de nuestro pacto con la vida y con los valores que nos definen. Que sea un año de paz, de unión y de redoblado esfuerzo por construir un futuro donde el amor, la justicia y la libertad prevalezcan.
Pilar Rahola
Periodista y escritora española.
Rosh Hashaná, el día en que el hombre fue creado
Por Eliahu Hamra – Rabino de AMIA
En los próximos días celebraremos Rosh Hashaná, el día que marca la creación del mundo, como señala la oración en la que decimos “Este es el día del comienzo de Tus obras”. Sin embargo, según el Talmud, el mundo fue creado el día 25 de Elul. Por lo tanto, Rosh Hashaná en realidad marca el sexto día de la creación del mundo, el día en que el hombre fue creado.
¿Por qué conmemoramos la creación del hombre y no el día de la creación del mundo entero? La creación del mundo demuestra el poder absoluto de Di-s y su capacidad de crear algo de la nada. Solo un Di-s omnipotente, liberado de todas las limitaciones, puede crear existencia a partir de un vacío absoluto.
El 25 de Elul también se distingue por ser llamado en la Torá “un día”, y no “el primer día”. La Torá elige usar este lenguaje para enseñarnos que en el primer día de la creación, Di-s estaba solo en Su mundo. Aunque el mundo ya había sido creado, el mundo y el Todopoderoso eran una sola entidad.
A pesar de la singularidad del 25 de Elul, cuando el mundo fue creado, Rosh Hashaná lo eclipsa. La razón es que la creación del hombre abrió una relación nueva y más profunda entre Di-s y el mundo que creó.
De todas las criaturas en los mundos físicos y espirituales, solo el ser humano puede elegir aceptar la soberanía divina. Y solo la relación entre el ser humano y Di-s surge de una decisión consciente y de libre albedrío. Aunque Di-s también crea y supervisa la existencia de todas las demás criaturas en el universo, ellas no aceptan conscientemente esta relación. Su conexión con Él proviene de la creatividad divina y no de su propia elección.
Con la creación del hombre, se instaló la posibilidad de aceptar voluntariamente la unidad de Di-s. El pensamiento judío
ilustra la diferencia entre la relación del Creador con el hombre y la relación existente entre Él y el resto de la creación, comparándola con dos tipos de gobierno: un rey frente a un dictador. El dictador gobierna sin el consentimiento de sus súbditos, mediante poder y fuerza. Los súbditos del rey, por otro lado, pueden aceptar voluntariamente su reino y pedirle que los gobierne.
A diferencia de cualquier otra criatura creada, el hombre tiene la elección de aceptar el gobierno de Di-s o rebelarse contra Él. Es el único que recibió la capacidad de reconocer la unidad divina a través de la elección y los procesos de pensamiento independientes.
Antes de la creación del hombre, parecía que la divinidad y el mundo eran dos opuestos. Desde la perspectiva del mundo, no se hacía referencia al poder divino que le daba vida. Solo después de la creación del hombre surgió el reconocimiento de la existencia y esencia de Di-s, hasta el punto de que el hombre se convierte en Su socio en el acto de la creación.
El hombre fue creado no sólo para expresar unidad con Di-s
en su vida personal; sino que también recibió la misión y la capacidad de infundir esta conciencia en el mundo. Por eso, ya en el primer día de su creación, Adam, el primer hombre, dijo a todas las criaturas del mundo: “Vengan, adoremos y postrémonos, bendigamos ante el Señor, nuestro Creador”.
Al compartir el hombre su sublime conexión con Di-s con el mundo entero, se convierte en un socio del Eterno en la creación, y contribuye con un fundamento esencial para la existencia del mundo: una unión consciente con Di-s.
La creación del hombre es la culminación de la creación
Sin embargo, la pregunta persiste: ¿Por qué las oraciones de Rosh Hashaná declaran “Este es el día del comienzo de Tus obras”? Incluso reconociendo que Rosh Hashaná es superior, al final el mundo fue creado el 25 de Elul.
Debemos entender que desde el 25 de Elul y los días siguientes se revelaron los enormes poderes de Di-s. Pero la creación del hombre, que reveló un propósito más profundo de la creación y un aspecto más
elevado de la divinidad, eclipsó completamente estos poderes.
La revelación que trajo la creación del hombre hizo que la existencia anterior del mundo se considerara incompleta. A través de la creación del hombre, el Todopoderoso instaló una nueva definición de existencia. Por eso, el aniversario de la creación del hombre se considera el aniversario de la creación en su totalidad.
Este propósito superior de unir el mundo con el Todopoderoso se logra a través de nuestras acciones proactivas al desarrollar una relación consciente con Di-s y expandir esta relación a todos los aspectos de nuestra existencia. A través de estas acciones de
oración al Creador, y vinculando lo que nos sucede en la vida a Él, acercamos el tiempo en que esta relación florecerá y prosperará, convirtiéndose en una realización plena en la próxima era de redención.
Cuando conmemoramos el día de la creación del hombre, nos conectamos con nuestra realidad auténtica como seres con elección, capaces de comunicarnos y unirnos con el Eterno. El día de Rosh Hashaná nos lleva a reconocer la grandeza del hombre. Este entendimiento nos permitirá expresarnos más en nuestra relación con el Creador y en nuestra relación con quienes nos rodean.
Los Días más Terribles
Por Rab Alejandro Avruj
A los días entre Rosh Hashaná y Iom Kipur se los conoce como “Iamim Noraim”, “Los Días Terribles”.
Sin embargo, este último año todo cambió.
Los días terribles para el pueblo judío fueron los que pasaron desde las últimas fiestas hasta este momento.
En el instante en que cerrábamos las Altas Fiestas del año pasado, la fiesta más alegre de nuestro calendario, Simjat Torá, se transformó en terror, fuego, incertidumbre, desierto y muerte. Es desde el último Simjat Torá que venimos viviendo días terribles.
A las muertes salvajes del 7 de octubre le siguieron los ruegos por la devolución de cientos de secuestrados. el dolor infinito por cada Jaial caído en combate, la angustia sin fin de miles de familias desplazadas por todo Israel, las constantes amenazas iraníes y el nuevo frente en el norte del país. En este último año debimos asistir a un rebrote dramático de antisemitismo en todo el resto del mundo. Universidades prestigiosas y organizaciones internacionales atacando al sionismo y al Estado de Israel y al corazón de cada judío.
Este último año han sido los Iamim Noraim más largos que hemos vivido. Los Días más terribles.
Mientras escribo esta nota no logro dejar de traer a mi mente los recuerdos de las semanas previas a las Altas Fiestas de hace exactamente 30 años atrás. Agosto de 1994.
En julio del 94’ el tiempo se detuvo. Vuela la AMIA, en el
corazón de nuestra ciudad y en el pecho de nuestra comunidad. Los días siguientes fueron ceniza, humareda, muerte, buscar sobrevivientes, hospitales, morgues. La locura terrorista no la escuchábamos sólo en las noticias internacionales. De pronto tenía una silla en la mesa de casa.
Un par de meses después llegarían los Iamim Noraim, en septiembre de ese año. Pero la comunidad estaba todavía aturdida por el estruendo de la bomba, el duelo de sus muertos y el terror de seguir enviando a nuestros hijos a las escuelas comunitarias.
Fue en ese tiempo en donde inauguramos algo que hoy hemos naturalizado: los pilotes en las puertas de templos y escuelas. Nada más estigmatizante. Nuestra nueva Estrella de David amarilla desde la arquitectura de la ciudad.
Las familias angustiadas y desesperadas querían sacar a sus hijos de las escuelas y dejar de participar en las actividades y deportes de los clubes de la colectividad. El terrorismo había logrado su más perverso objetivo: generar terror no sólo en la calle, sino en la psiquis colectiva.
A la vez, en los Batei Kneset, en las sinagogas, no sabíamos qué sucedería. La histeria colectiva, completamente justificada, nos hacía comenzar a aceptar y entender que nadie vendría a las Tefilot de Iamim Noraim a los templos. Nadie se pondría una kipá y con su talit en la mano iría con sus hijos a una sinagoga de Buenos Aires, dos meses después del 18 de julio del 94’.
Sin embargo, ese año, como nunca antes, las sinagogas se colmaron de almas. Hombres y mujeres de todas las edades, jóvenes y abuelos, familias enteras, llenaron nuestros templos. Para rezar, para cantar, para homenajear, para recordar, pedir y agradecer.
Pero por sobre todas las cosas, para gritar. Para gritar: “AM ISRAEL JAI. EL PUEBLO DE ISRAEL VIVE”.
Las Kehilot, en la diáspora, son nuestro refugio. En la vorágine de los días, tan lejos de nuestra tierra, son nuestro refugio. Un fragmento de nuestro hogar nacional. Son ese espacio sagrado donde nos volvemos a sentir en casa. Aquellos que no vivimos en Israel, cada vez que pisamos nuestros templos y escuelas nos sentimos
caminando por Ierushalaim. Entrar al Beit Hakneset en Rosh Hashaná se transformó en ese instante en un acto de reivindicación identitaria.
Los Iamim Noraim son mucho más que un acto religioso, trasciende cualquier connotación halájica. Participar con tu gente, de tus tiempos sagrados, en tus refugios espirituales, es un acto que muestra hacia fuera lo que late allí adentro. Es nuestra forma de estar juntos más allá de los kilómetros. Es abrazar a nuestros Jaialim. Es sentirnos enlazados a cada familia en cada rincón de Eretz Israel y del mundo. Es decirle al terrorismo que no tenemos miedo. que seguiremos siendo quienes somos, porque esto es lo que somos. Es decirle al mundo entero que más allá de
cualquier nivel de observancia o de fe, somos parte de esta familia. Es volver, otra vez, a casa.
Amigos queridos. Amigos todos.
Este año nos encontraremos en nuestros Templos sagrados con esa misma misión. La de mostrarnos unidos y fieles a una misma historia y a un mismo destino. Los días terribles que vivimos el último año serán una marca de dolor en nuestra historia. Pero los días hermosos que tenemos por delante serán la respuesta creativa y constructiva que sabemos dar, desde hace siglos, al mundo.
Por un año de renovación, de memoria, de sanación, de brajá y de paz.
Shalom al Israel. Shaná Tová uMetuká.
Qué difícil se me hace
Por Rab Graciela Grynberg – Comunidad Beit Israel y Presidente del ISER
“Qué difícil se me hace mantenerme en este viaje”
Así comienza la canción “A todo pulmón” de Alejandro Lerner.
Qué difícil se me hace escribir algo acerca de estos Iamim Noraim 5785.
Es difícil porque a partir del 7 de octubre del año pasado, nuestra vida cambió, nuestra manera de pensar cambió para siempre.
Creíamos que con la Shoa, las masacres al pueblo judío habían concluido. Por supuesto, que los atentados nunca pararon, pero nunca con tanta saña, con tanta maldad.
“Qué difícil se me hace cargar todo este equipaje”.
Es difícil cargar con el dolor de lo ocurrido ese día y todo lo ocurrido después. Las imágenes son imposibles de olvidar.
Cómo olvidar la destrucción de las vidas, de los abrazos, de los besos. Cómo olvidar todos los sueños que ya no podrán ser realidad: ver el primer día de clases de un hij@, verlos entrar en la jupá, ver cómo tienen sus propios hijos. Ver a un padre o a una madre envejecer, ver jugar a los abuelos con los nietos.
“Qué difícil se me hace mantenerme con coraje”.
Es difícil tener coraje para seguir con la vida habitual sabiendo que hay familias enteras que hoy no lo pueden hacer.
Cuando alguien me pregunta si tengo familia en Israel, mi respuesta es: todos tenemos familia, aunque no la tengamos. Todos perdimos un hijo, una hija, un padre, una madre, un abuelo, una abuela, un amigo, una amiga. No hay familia que hoy esté entera, sin pérdidas.
Siento que parte de la mía aún sigue en Gaza como rehén. Aún no sabemos si están con vida o no.
Siento que cada uno de los que perdieron su vida en el festival Nova, todos los civiles, todos los soldados luchando por sus vidas y por las nuestras, nos están diciendo “no se den por vencidos, por ustedes y por nosotros”.
Siento que nada es igual a partir del 7 de octubre.
“Qué difícil se me hace seguir pagando el peaje de esta ruta de locura y ambición”.
Es difícil entender que, para Hamás, la vida de cada ser humano, chico o grande, hombre o mujer, no tiene importancia. Ni la propia ni la
ajena.
Cómo no la va a tener si nos faltan los abrazos, los besos, las palabras de aquellos que han partido. Incluso nos faltan las peleas, las discusiones.
Hoy nos falta todo. Hoy nos faltan sus vidas.
Hoy nos falta la fuerza de hacer todo a pulmón.
Pero a pesar de todo, nuestro pueblo siempre salió adelante, a pesar del dolor, de las muertes, de las faltas.
Y este año 5785 no será diferente.
Volveremos a reconstruir nuestras casas destruidas, nuestras historias destruidas, nuestros abrazos y sonrisas destruidas.
Porque eso significa Rosh Hashaná: volver a tener fe de que una vida mejor nos está esperando, que viviremos momentos mejores.
No olvidaremos. No podemos ni queremos olvidar lo ocurrido.
Pero sabemos que debemos seguir adelante. Por los que no están, por los que no pudieron soñar con un futuro lleno de sonrisas. Por los que vendrán. Por ellos y por nosotros.
Que este nuevo año traiga a todos los rehenes vivos de regreso a sus hogares. Que la guerra llegue a su final.
Que la paz sea sinónimo del deseo de cada ser humano que habita esta tierra.
Nunca dejemos de soñar por un mundo mejor donde todos podamos sentirnos hermanos.
¡Shana Tova Umetuka!
שנה טובה ומתוקה
Por Rab Tzvi Grunblatt – Dir. Jabad Lubavitch Argentina
B”H
5784: un año duro, pero revelador.
Ante todo, el 7/10 (en realidad, Shminí Atzeret) dejó a las claras la actualidad y vigencia de la Torá: que la Torá es Luz. La Torá ilumina nuestro camino y conducta.
Habrá muchas explicaciones de por qué miles de iehudím (y no iehudím) estuvieron abandonados y desprotegidos durante horas.
Por qué no se reaccionó preventivamente cuando se veía el movimiento del otro lado del cerco fronterizo.
Pero está claro que si se hubiera seguido la directiva de la Torá, la historia hubiera sido diferente.
El código de Leyes Shuljan Aruj Oraj Jaim en el capítulo 329 dice claramente que, si gente se acerca a la frontera a un poblado judío, aunque sólo vengan por asuntos de “paja y alfalfa” (o sea, para robar temas menores), deben tomarse las armas, incluso en pleno Shabat, y cerrar la frontera, puesto que una
vez que entren (su aspiración puede transformarse en más que mera “paja y alfalfa”) y les será fácil conquistar la tierra.
¡Ni que hablar si vienen por asuntos de vida (para atacar a la gente)! ¡Deben tomarse las armas, aunque no sea la frontera!
La ley no habla de que vayamos primero a negociar. “Sólo quieren plata”, “no generemos discordia”, “es Shabat”, etc. ¡NO! Primero se cierra la frontera, se forman las armas. ¡SIN EXCUSA! Cuando se trata de peligro de vida, ¡primero se resguarda la vida!
Y esto se aplica a todas las políticas de Israel, donde la opinión de las fuerzas de seguridad desde la óptica de seguridad (no desde la óptica política) es estar listo militarmente y tener el control real del territorio.
Además de los caídos el 7/10, tenemos más de 700 chicos y adultos caídos producto de la equivocada política de apaciguamiento (generadora de pérdidas de vidas en los últimos 70 años).
Ante todo, la clara lección para Israel. Pero también para nosotros en todos lados.
Negociar y dar demasiado lugar a las ideas y conductas ajenas que no condicen con el judaísmo y la
continuidad de nuestro pueblo. ¡Actuemos de acuerdo a la Torá y perduraremos!
En segundo lugar, pero no por ser menos importante:
El 7/10 (Shmini Atzeret 5784) ¡afloró el alma pura judía! Los testimonios de gente que no se educó en lo religioso, que se puso a rezar a Hashem, a tomar decisiones y hacer promesas de seguir preceptos, velas de Shabat y Shabat en general, Tefilín, etc. son impresionantes.
Se despertó la fe pura – tan potente que no necesita ser explicada. Es la conexión que, aunque oculta, ¡siempre está!
Increíble. Es esa misma alma que nos conecta a todos y espontáneamente nos une con una entrega y solidaridad increíble. El Netzaj Israel. Es la eternidad de Israel y la victoria de Israel. Es la chispa iehudí que hay en cada judío, sin excepción.
Todos poseemos éste tesoro. Permitamos que nuestra alma brille en nosotros. ¡Permitamos que aflore la fe en nosotros! ¡Sí!
Poseemos algo más que instinto, racionalidad y humanidad. Tenemos algo Divino.
Algo que va más allá de todo ello. ¡Se nutre y refleja con cada mitzvá que realizamos! Con cada Salmo, cada Tehilim y cada acto de bondad desinteresado
¡Seamos lo que somos! Un pueblo cuya historia no es explicable porque está conectado a una dimensión no explicable. No condicionada por este mundo. ¡Ese es el AM ISRAEL JAI!
¡Eduquémonos y a nuestros hijos en ello, porque esa es nuestra verdad!
Este Rosh HaShaná escucharemos todos, el sonido del Shofar (¡no uno tecnológico sino el sonido del Shofar original, y que este Shofar se fusione con el Gran Shofar de la llegada del Mashíaj!)
Con bendición de Ktiva Vajatima Tová, para un año 5785 bueno y dulce.
Por Esteban Bluvol – Presidente FACCMA
Desde FACCMA saludamos a toda la comunidad en estas fiestas tan especiales.
Como pudimos ver en este último año, más que nunca necesitamos estar juntos, fuertes y valientes, porque desde el 7 de octubre pasado, la supervivencia del Estado de Israel, y por consiguiente, la vida judía, está siendo amenazada seriamente por el terrorismo y la complicidad y el silencio de organismos internacionales.
Nuestra postura respecto al antisemitismo y al contexto actual siempre fue la misma: no tenemos miedo.
Con el compromiso y cuidados pertinentes, decidimos seguir adelante con nuestra gran agenda anual de eventos. Cada
vez tenemos más actividad, tanto deportiva como así también cultural y educativa; más eventos locales, nacionales e internacionales, donde cientos de personas de todas las edades tienen la oportunidad, más allá de la realización del viaje, de conocer a otros judíos de cualquier parte del mundo, de relacionarse y de construir amistades, con gente que tiene raíces similares y circunstancialmente se encuentran en otra parte del mundo.
Aprovechamos las fiestas para renovar nuestro compromiso con todas nuestras instituciones afiliadas y adherentes, como así también con todas las organizaciones centrales con las que hemos decidido desde un primer momento trabajar en conjunto en pos de una comunidad judía argentina fuerte, unida, sin grietas y caminando juntos para el mismo lado.
¡Jazak Veematz! ¡Am Israel Jai!
Shaná Tová y Gmar Jatimá Tová
Un nuevo tiempo
Por Jonathan Lemcovich – Presidente Hebraica
Vivimos en un mundo de transformaciones abismales, donde la tecnología, lo digital y la inteligencia artificial han cambiado nuestras vidas de manera profunda. Sin embargo, a pesar de estos avances, la manera de gestionar las instituciones judías en Argentina parece estar congelada en el tiempo.
Este modelo, que trae consigo ciertas ventajas como la colaboración desinteresada de voluntarios, el compromiso casi ad honorem de nuestros madrijim y el valioso aporte de muchos socios, también presenta enormes desafíos para aquellos que deseamos cambios estructurales.
Las herramientas que utilizábamos han quedado obsoletas, la forma en la que nos relacionamos ha cambiado y los canales tradicionales de comunicación están desactualizados. Quienes luchamos por una reforma cultural somos cuestionados, tanto desde dentro como fuera de los espacios donde nos desarrollamos. La resistencia al cambio se siente en cada rincón, y la crítica a lo nuevo llega a rozar lo absurdo.
Pero aquellos que estamos al frente tenemos claro cuál es nuestra visión y trabajamos día a día para cumplir nuestra misión, aún en un contexto nacional y global de inestabilidad.
Después del 7 de octubre, no solo queda un dolor indescriptible por las atrocidades cometidas — violaciones, asesinatos masivos y secuestros —, sino también una profunda interpelación a todos los líderes judíos. Nosotros somos los responsables de velar por la seguridad de aquellos que representamos, no solo aquí, sino también por nuestros hermanos en Israel y el resto del mundo.
Aportar significa tener
conciencia y empatía por todos aquellos que, con su esfuerzo cotidiano, mantienen viva la vida judía como la conocemos.
En estos Iamim Noraim, mi deseo es que cada judío tenga la conciencia de lucha, el espíritu macabeo de esforzarse por el prójimo y el respeto por
quienes lideran.
Como presidente de Hebraica, les envío mis mejores deseos de paz y prosperidad para todo el pueblo de Israel.
Shaná Tová. Gmar Jatimá Tová. Am Israel Jai.
Un llamado a la reflexión y la reconstrucción en Rosh Hashaná
Por Silvio Joskowicz – Jefe del Dpto. de Emprendimientos Sionistas de la Organización Sionista Mundial
En este Rosh Hashaná, mientras el shofar resuena para despertar nuestras almas, nos encontramos en un momento crucial de introspección y renovación.
A un año del trágico 7 de octubre, recordamos a nuestros hermanos secuestrados y a las familias destrozadas por el dolor. Al mismo tiempo, el espíritu SIONISTA nos insta a mirar hacia adelante con esperanza y determinación.
El sueño de Theodor Herzl es superador de la existencia del Estado de Israel. Nos exige un compromiso constante con
valores éticos y una visión pragmática para el futuro. Como SIONISTAS, debemos abrazar la responsabilidad de ser líderes ejemplares, buscando no solo la seguridad de nuestro pueblo, sino también la convivencia pacífica con nuestros vecinos.
En estos tiempos difíciles, es fácil caer en la desesperanza. Nuestra historia nos enseña que el diálogo y la perseverancia pueden lograr lo que parece imposible. Así como hemos alcanzado acuerdos con antiguos adversarios, debemos mantener la fe en la posibilidad de un futuro de entendimiento mutuo.
El verdadero SIONISMO nace de un pensamiento constructivo y amplio. Aunque nos defendemos firmemente contra el terrorismo, no podemos equiparar el terror con un pueblo entero. Nuestra misión es tender puentes, incluso cuando el camino parezca arduo e ingrato.
Este Rosh Hashaná, que el sonido del shofar nos inspire a ser agentes de cambio. Que nos recuerde que el destino no está sellado y que cada uno de nosotros tiene el poder de contribuir a un futuro mejor. Trabajemos por un Israel que
encarne los valores más elevados del SIONISMO, persiguiendo un mañana donde la paz, la justicia y la dignidad humana sean nuestra guía.
Que este nuevo año nos traiga
la fuerza para sanar, la sabiduría para comprender y el coraje para construir un futuro de esperanza y reconciliación.
Shaná Tová Umetuká.
De lo simple a lo complejo para obtener la claridad
Por Alejandro Mellincovsky – Dir. para Países de Habla Hispana de Idud Aliá en la Org. Sionista Mundial
Ante la gentileza de la Dirección
de Vis a Vis de ofrecer un espacio para escribir sobre los “Aseret iemei tshuva” (Diez días de arrepentimiento) que incluyen Rosh Hashaná, Iom Kipur y los días en el medio de éstos, accedí al mismo.
Sin embargo, no se me ocurría que escribir, pensaba, pensaba y no veía ningún aporte que podía llevar al papel. Me reencontré con la letra de la canción “Shirim pshutim” (Canciones simples) del gran Shlomo Gronich, que 40 años después de su salida a la luz, no pierde vigencia.
Canciones sencillas
Todo el mundo quiere canciones sencillas
canciones en dos acordes,
todos exigen palabras simples que no me dicen nada.
Salen a bailar, quieren alegrarse
no pensar demasiado
cantar a dos voces
que el pueblo de Israel sigue vivo.
Todos están sentados en un café.
escuchando la radio
y las noticias cada hora
Luego viene la publicidad.
Mantienen un buen estado físico
tiran un periódico y compran uno nuevo
ven el partido de la semana
y se reúnen con todos el Sábado
en una fiesta en el barrio.
Todo el mundo ve la “Buena hora”.
y aplauden
pero la hora es bastante mala,
miren cómo me veo.
Quiero llorar quiero gritar,
pero esto no se transmitirá.
Ser amable vale la pena
porque el pueblo de Israel todavía está vivo.
שירים פשוטים
כולם רוצים שירים פשוטים
שירים בשני אקורדים,
כולן דורשות מילים פשוטות
שלא אומרות לי שום דבר.
יוצאים לרקוד, רוצים לשמוח
לא לחשוב יותר מידי
לשיר בשני קולות
שעם ישראל עוד חי.
כולם יושבים בבית קפה
מאזינים לרדיו
וכל השעה החדשות
אחר כך יש פרסומות.
שומרים על כושר גבוה
זורקים עיתון וקונים חדש
רואים משחק השבוע
ונפגשים עם כולם בשבת
במסיבה בשכונה.
כולם רואים שעה טובה
ומוחאים כפיים
אך השעה היא די רעה,
תראו איך שאני נראה.
רוצה לבכות רוצה לצרוח,
אך את זה לא ישדרו.
להיות נחמד כדאי
כי עם ישראל עוד חי.
Desde lo más profundo
Por Amiela Spector – Directora General de Acción Social de Jabad
¡El 7 de octubre! La muerte nos alcanzó a todos y se llevó con ella una parte de quienes se quedaron con vida.
Desde aquel día, cada día de mi vida, imágenes, sentimientos, rezos y lágrimas comparten las horas.
Cada día intento comprender y conceptualizar el odio, el horror, el desgarro, pero fallo en cada intento. Solo puedo materializar en algunas palabras y algunos rezos aquello que me acompaña desde aquel entonces.
A pocas horas de los días más sagrados, en donde nuestro creador sale a buscarnos, es que mi corazón se abre con esperanzas, con ansias y solo reza y clama a nuestro padre celestial.
Padre,
¡No apagues la luz! No me abandones
Cuando me dejas, la oscuridad gobierna cada uno de mis rincones y
Cada uno de mis recuerdos.
No apagues la luz, ya no suelo soñar
Por las noches solo me invaden imágenes de horror y miseria
Solo me invaden sueños rotos.
No apagues la luz,
No quiero dormir.
Temo perderme en el bosque de las tinieblas,
Temo encontrarme de cara a la muerte y no despertar.
¡Te suplico! No apagues la luz, no calles
¡Necesito escuchar tu voz!
Canta esa melodía que solías susurrar cuando éramos pequeños
No te alejes, no me abandones con mi soledad.
Padre, ¡no apagues la luz! Quédate a mi lado
No te asustes de mis lágrimas,
De mi tristeza, de mis silencios,
De mis enojos, de mis risas
Los bordes de la locura no suelen ser tan claros
¡Padre! No apagues la luz,
¡No cierres los pórticos!
¡No te ocultes de mí!
Mi alma aún no encuentra
Respuestas que consuelen
¡Solo quedan tus palabras de esperanza que son el último destello de ilusión!
¡Padre!
Agárrame fuerte. ¡No me sueltes! No permitas que desmorone,
Que caiga,
Que me convierta en pequeños fragmentos.
Padre nuestro, no nos hagas esperar, cada suspiro duele
Padre nuestro, ¿cuándo llegarán los días de gloria, los días sin odios, sin muertes, sin pérdidas ni abandonos?
Padre nuestro, necesitamos tu consuelo
Padre nuestro, vuelve a nosotros, escucha nuestras súplicas
Trae nuevamente la Paz, las tardes de alegría, de cánticos, de bailes.
Padre nuestro
Rey nuestro
Hoy, más que nunca,
Quédate cerca, abrázanos fuerte
Seca nuestras lágrimas
Hoy más que nunca
¡Queremos vivir!
Reiniciarnos
Por Ariel Gelblung – Dir. del Centro Simon Wiesenthal para América Latina
Se va un año distinto. Bisagra.
El 7 de Octubre de 2023 es un hito en nuestra existencia.
No somos los mismos desde entonces. Ninguno.
Nosotros ni los demás.
Vimos crueldad inusitada, odio desatado, soledad, hipocresía, desilusión, desencanto, abandono, doble moral.
Máscaras que se derrumbaron.
Primero el argumento fue la “ocupación”. Ya no es la del ´67, sino la del ’48. El eufemismo es “Del río al mar”.
Después vino otra. Sionistas (eufemismo para judíos) fuera de la universidad. Profesores y alumnos enfrentaron un entorno hostil por su origen bajo la excusa de “Palestina Libre”.
“Palestina Libre” también fue la excusa para suspender una función de “El Violinista Sobre el Tejado” en Londres. Para atacar una sinagoga en Los Ángeles (y en cualquier lado). Es para entrar en una institución sociodeportiva en Santiago de Chile. O dejar de vender carbón a Israel desde Colombia.
Cada vez que tuve el honor de representar a cada uno de ustedes en un foro internacional, fui posteando los temas tratados y gente con la que intercambiaba, para rendirte cuentas de mi trabajo. El primer día del Plenario de la IHRA (Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto), en Glasgow, bajo la presidencia del Reino Unido, nos pidieron que no posteemos hasta la conclusión de la convención, para evitar que, de enterarse por las redes, nos boicoteen. Miedo, prevención. ¿Así es la vida judía en Europa?
Los canales de diálogo con quienes están “del otro lado” están absolutamente cortados.
En definitiva. No tienen previsto querer coexistir con nosotros.
Organismos internacionales que perdieron el rumbo. Los derechos humanos, el feminismo, los derechos del niño no son para nosotros.
Pero Iamim Noraim nos impone una conducta constructiva.
Nuestro concepto de Tikun Olam, estar en el mundo para mejorarlo, nos obliga a ser creativos y buscar optimismo donde no debería haberlo. De hecho, somos optimistas por impulso de supervivencia.
Muchos que voluntariamente se habían alejado de la vida judía, vieron irremediablemente que necesitaban acercarse, conectar o reconectar.
Nacieron instituciones para cubrir espacios que se creían vacíos.
Nos juntamos en nuevos ámbitos. Reclamamos en nuestro ámbito laboral, en los medios, en la calle, sin callarnos ni siquiera pensándolo como una opción. Exigimos a autoridades y los enfrentamos.
Aparecieron nuevos aliados. Pocos, pero valientes, que nos entienden y son incondicionales. ¿Los nuevos
justos entre las naciones
Escribimos, cantamos, publicamos, streameamos (permitime el neologismo), volvemos a bailar (después de Nova, es urgente).
Esta vez nosotros, en nuestra generación, nos toca hacernos cargo de sostener la vida y la continuidad de nuestra identidad.
Lo hacemos con energía, fuerza, conciencia y, obviamente, necesidad.
En estos Iamim Noraim, que encontremos la pulsión para reiniciarnos.
Por Marcelo Bancic – Keren Hayesod en Argentina
Llega Rosh Hashana, marca el cierre y el inicio de un nuevo año. Terminamos el 5784, un período sin dudas marcado por el dolor, también por la lucha y la unidad para enfrentar la masacre del 7 de octubre.
Ese mismo día, desde Keren Hayesod CUJA nos embarcamos en la Campaña de Emergencia y la respuesta de la comunidad judía Argentina entró inmediatamente en acción.
El primer paso fue la emergencia. Entre todos logramos recaudar recursos que fueron destinados a equipos de emergencia y protección, al fondo de víctimas del terrorismo y a concejos regionales, entre otras ayudas.
La tarea no terminó.
Hoy seguimos trabajando fuertemente en la rehabilitación la resiliencia y la reconstrucción.
Israel lucha por su existencia, los
jaialim ponen su vida en riesgo. ¿Y qué podemos hacer desde la distancia? ¿Qué lugar en la historia vamos a tener?
Hoy nuestro trabajo está abocado al acompañamiento a los evacuados y a las comunidades en zonas de peligro, entregamos subvenciones a las víctimas para poder afrontar los traumas en el proceso de regreso a las casas, escuela, trabajo y/o gestionar su vida diaria. Apoyamos a las fuerzas de rescate y salvamento y a los soldados sin familia en Israel.
“Kol Israel Arevim ze la ze” no es solo una frase del talmud, es la acción que realizamos cuando ayudamos a personas que probablemente no conocemos ni conoceremos.
Esta es la grandeza del Pueblo Judío, el apoyo del mundo judío y la solidaridad trajo luz y esperanza donde había muerte y desolación.
Keren Hayesod, como el ente oficial de recaudación de Fondos del Estado de Israel, mantiene el compromiso, más fuerte que nunca, en responder a las necesidades del Pueblo de Israel.
Lo seguiremos haciendo. Israel te necesita.
Por Jorge Szczapowy – Presidente de Plural Jai
Hoy, la realidad es dura y cruel. El atentado del 7 de octubre en Israel ha dejado una estela de dolor y angustia en el corazón de muchas familias y comunidades. La pérdida de seres queridos, la destrucción y el miedo han cambiado la vida de muchos para siempre.
Pero en medio de esta tragedia, surge un deseo profundo de paz y seguridad. Un deseo de encontrar una solución que ponga fin a la violencia y sea posible vivir en armonía.
La solución no es fácil, pero es necesario buscarla con determinación y coraje.
Requiere diálogo, comprensión y compromiso. Requiere reconocer la humanidad y la dignidad del otro, y trabajar juntos para construir un futuro mejor.
Hoy, más que nunca, es hora de unir fuerzas y trabajar hacia una solución que traiga paz y tranquilidad. Que la memoria de las víctimas del atentado del 7 de octubre sea un recordatorio constante de la necesidad de luchar por un futuro más brillante y más humano para todos.
Desde Plural Jai continuamos trabajando por una comunidad judía fuerte, unida, con valores democráticos e inclusivos.
Nuestro deseo para este 5785 es que haya paz y vuelvan los secuestrados ya.
¡Shana Tova Umetuka!
Luchamos por la supervivencia
Por Gabriel Slavinsky – Psicólogo y consultor político
Nelson Mandela convocó a quienes lo habían perseguido y encarcelado para ser parte de un gobierno de unidad en Sudáfrica; el reverendo Martin Luther King logró un boicot de 381 días a los autobuses en Montgomery en señal de protesta contra la segregación racial; John Fitzgerald Kennedy prometió llegar a la Luna antes de que termine la década de 1960 en momentos en que EE.UU. estaba siendo derrotada por su enemigo en la batalla espacial de la Guerra Fría.
Los tres tuvieron la responsabilidad de conducir
tiempos difíciles y lograron la claridad que requerían esas circunstancias, marcar el rumbo, sostener las convicciones y, a pesar de la crítica o la incertidumbre reinante, seguir en su camino con honestidad intelectual.
El 7 de octubre propone un nuevo escenario y expone a los dirigentes del Pueblo Judío a trabajar con mayor claridad, humildad y profesionalismo, porque el mundo es más complejo y lo que verdaderamente está en juego es nuestra supervivencia.
Algunos dirán que el planteo es tremendista, sin embargo, a un año casi de ese día que quedará en la historia, el Estado de Israel continúa siendo atacado por diferentes países y, a pesar de que su defensa es eficiente, no vemos con claridad un escenario de paz duradera.
En ese contexto, los líderes judíos del mundo tienen una responsabilidad adicional: conducir y conectar fijando objetivos muy claros en este escenario de crisis. Para ello es clave realizar un correcto diagnóstico situacional para no quedar expuestos al ridículo y
trabajar por el bien común (itario), dejando de costado el rédito personal que solo sirve para incrementar el ego.
Los líderes judíos han demostrado ser ejemplo a lo largo de la historia.
Hemos escuchado hermosos relatos bíblicos, historias de heroísmo y narraciones épicas de situaciones adversas. En todos los casos, lo que se repite una y otra vez es nuestra capacidad de resiliencia, superación, inteligencia, adaptación y, sobre todo, altura moral.
Cada tiempo posee un desafío y, para ello, se hace más que necesario trabajar por ser mejores, más profesionales y comprender hacia dónde vamos y para qué hacemos lo que hacemos.
Hacer lo mismo de siempre no es opción. Los líderes del pueblo en su ámbito poseen una enorme responsabilidad, mucho mayor a la que algunos desearían: porque no solo se trata de administración, sino más bien de conducir en este tiempo de guerra y conflicto.
Peleamos por vivir.
Porque una vez más aplica la máxima de Charles Darwin: “No es el más fuerte ni el más inteligente el que sobrevive, sino aquel que más se adapta a los cambios”. Por eso Nelson Mandela o Martin Luther King e incluso JFK nos ayudan a comprender que en tiempos de incertidumbre, en el que somos atacados como pueblo, cultura y religión, cada uno de nosotros es importante, pero los que lideran aún más.
Todo listo para casarse. Días después comenzó a prepararse para un funeral y terminó promoviendo una Ley
Por Gustavo Michanie – Vicepresidente World Congress of LGBT Jews: Keshet Ga´avah
No soy periodista y con el respeto que me merece la profesión, no puedo dejar de armar el siguiente relato en el recuerdo de todas las víctimas desde el 7 de octubre al día de hoy.
Me voy a centrar en la historia de Sagui Golan, de 30 años, de Herzliya (un capitán reservista del Lotar, Condecorado de una Unidad Antiterrorista), y de Omer Ohana, de 28 años, quien era su pareja.
La guerra ha puesto a muchas personas desconocidas en el centro de atención durante este año. Hemos visto y escuchado innumerables historias de víctimas, familiares y sobrevivientes. Muchas de estas historias nos han llegado a lo más profundo de nuestros corazones, y cada día es un capítulo más que sumamos con tristeza y dolor; nos han dado la cercanía de conocerlos personalmente a muchos héroes anónimos, que desde su lugar aparecieron en medio de estas historias.
Una de las primeras historias de la guerra, después del 7 de octubre, fue la de Sagui Golan.
Su historia fue noticia porque se suponía que se casaría con Omer Ohana el 20 de octubre del 2023. Se habían conocido seis años atrás y Sagui le pidió matrimonio en Tenerife a fines del 2022.
En la mañana del sábado 7 de octubre, Sagui y Omer se despertaron en su departamento en Herzliya y habían encendido la radio para escuchar las noticias, cuando se enteraron del ataque sorpresa perpetrado por Hamás.
Automáticamente, Sagui saltó de la cama y, a pesar de que nadie lo había llamado, se puso su uniforme y en segundos estaba en la puerta de su casa saliendo hacia el sur. Se despidió de Omer con un beso y le dijo: “Vuelvo en menos de una semana”.
Sagui cayó mientras era el jefe de su unidad la noche de ese malvado sábado 7, luchando contra los terroristas de Hamás en el Kibutz Be’eri, cercano a la frontera de Gaza. La noticia oficial de su muerte no se hizo pública hasta el miércoles siguiente. Según Omer, el soldado que vino avisarle sobre esta triste noticia no estaba acostumbrado a quedarse con parejas del mismo sexo y eso fue un momento de quiebre en él, preguntó algo y le dijeron que debía preguntarles a los padres de Sagui. Se sintió tan
enojado porque lo amaba, pero no lo tomaron en cuenta. Su muerte puso de relieve la cuestión del ejército y los del colectivo LGBTQ+.
Si bien las FDI han reconocido a las parejas del mismo sexo de los soldados caídos como elegibles para recibir apoyo financiero y emocional total desde mediados de la década de 1990, el asunto nunca había sido consagrado por ley. Entonces, en las semanas posteriores a la muerte de Sagui, Omer lideró una exitosa campaña para garantizar legalmente los derechos de las parejas del mismo sexo y, de hecho, de los soldados caídos.
Un portavoz militar dijo que el discurso de referencia a seguir en el caso de un soldado que mTova Umetukaate, si este último era soltero o sin pareja de hecho, era el beneficio de los padres, y que se aplicaba a las
parejas heterosexuales y homosexuales de la misma manera. También se dijo que si Omer Ohana quería ser reconocido como cónyuge de Sagui Golan, tendría que recurrir al Ministerio de Defensa.
El líder de la oposición, Yair Lapid, dijo a la prensa que “Sagui Golan ha muerto en la batalla en Be´eri. Sagui y su pareja Omer estaban a punto de casarse. El Estado de Israel debe tratar a Omer exactamente como trataría al cónyuge sobreviviente de cualquier soldado que muriera en combate. Si Sagui era lo suficientemente bueno para morir por su país, entonces merece respetar el país lo que su corazón había elegido. Té prometo, Omer, te apoyaré”.
Desde la tragedia, su pareja, Omer, consiguió que todas las parejas de soldados gays fallecidos tengan los mismos derechos que las parejas casadas (lLas bodas igualitarias
no se aprueban en Israel, un país en el que los matrimonios están bajo el control de las autoridades religiosas y no existe legislación civil).
El 6 de noviembre, el Parlamento israelí enmendó la mención que concede el apoyo del Estado solamente a los viudos y viudas de soldados casados. A partir de ahora, “todas las personas que viven en concubinato”, sin importar si son gays o heterosexuales, pueden acceder al subsidio de viudez.
A finales de octubre, medios israelíes publicaron que, en medio de su duelo, Ohana tuvo que batallar con la administración para obtener el derecho a una ayuda financiera, psicológica y médica prevista por la ley. Los primeros días de noviembre, el Parlamento le concedió la razón. Ahora pretende militar por “un conjunto de ocho leyes” que, una vez adoptadas,
“garantizarán una igualdad absoluta en Israel” a las personas LGBTQ+.
Como toda pareja que prepara los detalles de boda, ellos también escucharon muchas canciones para elegir cuál sería la que escucharían en ese momento especial. Cuando escucharon a Ivri Lider cantando “Zajiti Le´ehov” ( “Gané el privilegio de amar”), se miraron y sabían que esa era la elegida.
La canción, que se suponía que expresaría la cima del amor los dos, desafortunadamente se convirtió en la banda sonora del
funeral de Sagui Golan. El propio Ivri Lider llegó para realizarlo ante los cientos de dolientes, que se suponía que serían invitados a la boda unos días después. Entre los escoltas se encontraban los combatientes que lo acompañaron desde el camino en la unidad de élite hasta la última batalla en Be’eri, donde lucharon durante horas bajo su mando y lograron rescatar a la gente del infierno.
Quiera Dios, que pronto vuelvan todos los secuestrados a sus hogares para poder tener un Shana Tova Umetuka.
La canción “Zachiti Le’ehov” (“Gané el privilegio de amar”), de Ivri Lider:
La experiencia judía desde el 7 de octubre
Por Karma Feinstein Cohen –Fundadora y Directora Ejecutiva de World Herut y World Magshimey Herut
Antes del 7 de octubre, el pueblo judío e Israel creían que estábamos bien protegidos, con la idea de una invasión siendo casi inimaginable. Sin embargo, el ataque repentino y brutal de ese día destrozó esta sensación de seguridad, dejándonos en estado de shock e incredulidad.
La guerra que siguió ha sido una prueba de resistencia, resiliencia y unidad para los judíos en Israel y en todo el mundo.
Vivir en Israel ahora significa enfrentar la dura realidad de una guerra luchada en múltiples frentes y lidiar con un
aumento del antisemitismo global. La vida diaria está marcada por un estado constante de alerta, con familias divididas entre las líneas del frente y aquellos que intentan mantener una apariencia de normalidad bajo la amenaza de la violencia. Sin embargo, en medio del agotamiento, el espíritu del pueblo y del ejército israelí (FDI) permanece intacto.
La comunidad judía global se ha movilizado con una solidaridad sin precedentes, no solo recaudando fondos y reuniendo bienes esenciales para las FDI, evacuados y sobrevivientes, sino también creando conciencia sobre los rehenes y aprovechando los canales políticos para asegurar un apoyo tangible para Israel. El judaísmo mundial está apoyando a Israel emocionalmente, con el corazón de todos los judíos en Israel, unidos en propósito y resolución. Al mismo tiempo, Israel apoya al judaísmo de la diáspora, ofreciendo un apoyo inquebrantable en medio del alarmante aumento del antisemitismo en todo el mundo.
A pesar de los desafíos, hay esperanza. La resiliencia y la unidad de nuestro pueblo son
un testimonio del espíritu perdurable de la nación judía. Juntos, superaremos estas pruebas y saldremos más fuertes. עם הנצח לעולם לא מפחד.
Antes del 7 de octubre, el pueblo judío e Israel creían que estábamos bien protegidos, con la idea de una invasión siendo casi inimaginable. Sin embargo,
el ataque repentino y brutal de ese día destrozó esta sensación de seguridad, dejándonos en estado de shock e incredulidad.
La guerra que siguió ha sido una prueba de resistencia, resiliencia y unidad para los judíos en Israel y en todo el mundo.
Por Gabriel Gorenstein – Secretario General de AMIA
Presidente Likud Argentina
Cuando nos acercamos al inicio de un nuevo año según el calendario judío, Rosh Hashaná, nos detenemos para reflexionar sobre los eventos recientes y los desafíos que enfrenta nuestra comunidad y el pueblo de Israel.
Este 5784 llega marcado por el dolor de los ataques perpetrados el 7 de octubre de 2023 por el grupo terrorista Hamás, que dejó en nuestras almas una herida profunda. En esa fecha, cientos de vidas fueron truncadas y, hasta hoy, seguimos esperando ansiosamente el retorno de nuestros familiares y seres queridos secuestrados, retenidos en condiciones inhumanas.
En medio de este sufrimiento, como comunidad judía en
Argentina, nos mantenemos firmes en nuestra solidaridad con Israel. Reclamamos con fuerza la liberación inmediata de todos los secuestrados y condenamos enérgicamente cualquier forma de terrorismo. Esta situación, sin embargo, también nos invita a profundizar en las enseñanzas de nuestros grandes líderes, Zeev Jabotinsky y Menajem Begin, quienes, frente a adversidades, siempre señalaron el camino hacia la dignidad, la resistencia y la esperanza.
Zeev Jabotinsky, fundador del revisionismo sionista, nos enseñó la importancia de la autodeterminación y la defensa de nuestro pueblo con firmeza y orgullo. En momentos de incertidumbre, sus palabras resuenan con mayor fuerza: “Donde está la espada, también debe estar el escudo”. Hoy, más que nunca, Israel y su pueblo necesitan estar unidos, defendiendo su derecho a existir en paz y seguridad.
Por su parte Menajem Begin, Primer Ministro de Israel y
hombre de una moral
inquebrantable, siempre buscó la paz desde la fuerza, pero nunca desde la sumisión. Su legado de lucha por la justicia y su convicción en la capacidad del pueblo judío para superar las peores tragedias nos recuerda que, incluso en los tiempos más oscuros, debemos mantener la esperanza viva. Su enfoque nos inspira a luchar por la libertad y los derechos humanos, valores que son universales y fundamentales en nuestra tradición.
Hoy, mientras nuestras oraciones se dirigen a aquellos que están secuestrados, también pedimos por un futuro en el que Am Israel pueda vivir sin miedo. Que este nuevo año sea un año de redención, en el que veamos el retorno de nuestros hermanos y hermanas a casa, sanos y salvos.
Rosh Hashaná es, en esencia, un tiempo de renovación, un momento para encontrar en nosotros la fuerza necesaria para continuar, para crecer y para mejorar. Como dijo el profeta Ishaiau (Isaías), “El pueblo que andaba en tinieblas ha visto una gran luz”. Nuestra historia, llena de desafíos y
sufrimientos, también es una historia de esperanza y resiliencia.
El próximo año debe ser uno en el que renovemos nuestro compromiso con la unidad, con la paz y con la defensa de los valores que nos han mantenido como un pueblo fuerte y orgulloso a lo largo de los siglos. Que el sonido del Shofar nos inspire a avanzar con determinación, defendiendo la vida, la libertad y la justicia.
Shaná Tová Umetuká, que este año nuevo sea dulce, lleno de bendiciones y de esperanza renovada.
Shnat Shalom Ubitajon
Por Rab Shlomo | Mizrahi HaCohen
La bendición “Asher Bara” es la séptima bendición que se les recita a los novios bajo la jupé el día de su boda y se centra en la alegría y la felicidad que rodea la unión de la pareja.
En ella se encuentran 10 expresiones de alegría:
-Regocijo y alegría, novio y novia, júbilo, canto alegre, dicha, delicia, amor y hermandad, paz y amistad
Las cuatro últimas (amor y hermandad, paz y amistad) hablan de unión más que de alegría, lo que indica claramente
que son parte y condición de la auténtica alegría.
Estamos viviendo y transitando momentos dramáticos en nuestra querida tierra de Israel.
Nuestro ruego más grande para este nuevo año 5785 es por la paz, la salud y la prosperidad de todos, pero ese ruego debe ir acompañado de acciones positivas y principalmente de las últimas cuatro. Amor y hermandad, paz y amistad para poder gozar de alegría plena y reparadora de los traumas vividos.
Shana Toba Umetuka
Heredades de incertidumbre y esperanza
Por Rab Daniel Goldman
Es difícil entender en su completud el vínculo invulnerable que une lo judío con la Tierra de Israel. Aunque suene tautológico, conceptualmente es de un lazo que no puede conceptualizarse, porque trasciende el entendimiento. Es insondable; supera la geografía. Es de una familiaridad tal que trasciende cualquier cronología.
A lo largo de la historia, la gente debió mudarse de un país a otro y abandonó el recuerdo de sus antiguos hogares. Pero no es el caso de lo judío. En todo recuerdo judío, la distancia territorial siempre estuvo norteada hacia Sión. Porque
siempre hemos vivido en diálogo con Sión.
Aunque contradiga la idea bíblica de Caín, el concepto de exilio está vinculado a una interrupción que no es eterna. Porque se asienta en el anhelo de volver, de pretender retornar. Por lo tanto, es temporal, aunque los períodos de la historia sean muy extensos. Si no se está sujeto a la idea de retorno, no hay exilio. El exilio es el preludio a un regreso porque, en definitiva, es un término relacional: “Uno es exiliado de, y en esta relación siempre se pretende volver”.
A.B. Yehoshua explicó que, cuando se abandona la significación del exilio, se produce el desapego. El “desapego” refiere de manera existencial al abandono y al quiebre con el lugar geográfico. En este sentido, me permito pensar que, en términos judíos, salvo que uno retorne a la tierra, “cuando se abandona el exilio, se abandona la esperanza”; nuestra esperanza añade “dos mil años” de exilio, según Naftalí Herz Zimber en su poema Hatikva.
Posiblemente, sea la esperanza lo que nos ligó a la tierra; y no la
tierra a la esperanza. Dicho de otro modo, no es posible ser judío sin esperanza. El judío se puede “desesperar”, pero no “desesperanzar”. Abandonar el vínculo esperanzador es negar nuestra identidad. Cuando no habitamos nuestra propia tierra, decidimos no abandonar las memorias. Sión nunca representó una vaga evocación de un pasado distante, sino que – como dijo A. J. Heschel – “se transformó en una presencia en nuestra vida. Dondequiera que viviéramos, el cielo estaba sobre nosotros y Jerusalén frente a nosotros”.
La destrucción de Jerusalén en el año 70 es el comienzo de la historia de la angustia. La angustia es una zona vertiginosa de nuestro espíritu. Como si el tiempo se hubiese detenido, el vértigo que produce toda calamidad fue interpretado en el pensamiento judío como una secuela de la destrucción de Jerusalén. Como una angustia que no cesa, en nuestras plegarias seguimos sollozando por lo acontecido en el año 70. Y se hubiese superado si la separación con la Tierra de Israel se aceptara como definitiva. Pero si así hubiese sido, no existiría la esperanza ni
lo judío. El sionismo es un movimiento que tiene como objetivo superar la angustia. No es el psicoanálisis. Es el sionismo.
Nunca viví al sionismo como un movimiento político. Lo percibo como un concepto teológico. Como el retorno a nuestro refugio en el desamparo del mundo. Como un camino hacia una tierra sagrada en el que reafirmo un proyecto sagrado, heredero del mandato bíblico que se esclarece en la aspiración de David Ben Gurión y también de Menajem Beguin. “Testimonio”, “Acto Sagrado” y “Tierra Sagrada” conforman una tríada en la que se asienta la esperanza, no como espera pasiva, sino como acción comprometida, en la que, al decir de Amos Oz, se inspira en un libro, pero como una suerte de profecía materializada en una comunidad real que se gobierna a sí misma y que toma decisiones, desde triviales hasta trascendentales. O sea, “una comunidad donde la ley de la tierra exprese valores judíos inspirados por los jueces y los sabios judíos; donde el lenguaje de la tierra sea el de sus fuentes – el hebreo – hablado no solo por eruditos, sino por poetas,
deportistas, cómicos y cantantes de rock, y donde la experiencia soberana se enfrente a todos los rincones de la existencia, para que su mensaje pueda ser plenamente articulado”.
Que el sonido del shofar sea señal de que los cautivos han sido liberados e inspiración que consienta vislumbrar acuerdo detrás de tanta tiniebla.
Iamim Noraim y el 7 de octubre
Por Rab M.Ed. Rubén Najmanovich
Centrado en orar en los días de Iamim Noraim, días magnánimos, en los cuales la reflexión para encontrarnos y reencontrarnos, en esa conjunción que es la relación individual y colectiva con Nuestro Creador, y con el prójimo, es en ese momento que debemos retrotraernos al fatídico día del 7 de octubre de 2023, que corresponde en Israel, a Shemini Atseret, el octavo día de la conclusión, que en Israel da concluido el periodo mencionado de Jague Tishre,
las festividades, las conmemoraciones de Tishre.
Shemini Atseret en Israel es el momento cumbre de mayor alegría, ya que más allá del grado de observancia que cada miembro del pueblo judío debe tener, la alegría, el regocijo, la felicidad abunda en todos (recordando que en la diáspora festejamos un día más). No eludimos ese tiempo único que el calendario judío nos ofrece.
En el calendario hebreo hay tres fiestas denominadas Shalosh Regalim, conmemoraciones de peregrinación. Cuando la existencia del Templo de Jerusalem, Bet Hamikdash, se encontraba de pie, los judíos de todos los rincones de la Tierra de Israel, de nuestro Estado, peregrinaban a Jerusalem a honrar a D-os por las bendiciones otorgadas.
En hebreo, la palabra utilizada para designar a estas tres festividades es Jag (significa “fiesta”, y también “movimiento circular”), lo que hace referencia a la costumbre de moverse en círculos alrededor de un objeto, haciendo referencia al tiempo del peregrinaje del pueblo judío en círculos por 40 años en el desierto.
El círculo se repetía, el horror nos llevaba al pasado más horrendo que el Pueblo Judío tuvo que vivir a lo largo de los dos mil años de diáspora, ya que el círculo no tiene principio ni fin y todos sus puntos equidistan del centro. Esta figura expresa simbólicamente el sentido de la vida humana y el universo. El círculo es el símbolo primordial que lo contiene todo.
El 7 de octubre de 2023, Shabat Simjat Torá, nos despertamos con la horrible noticia de lo que resultaría ser el día más letal y trágico para los judíos desde el Holocausto. Terroristas de la Franja de Gaza invadieron Israel y asesinaron a aproximadamente 1.300 personas, la mayoría de ellas civiles. Perpetraron atrocidades que, en su nivel de brutalidad y sadismo, en ciertos aspectos, superaron a las cometidas por los nazis. También secuestraron a 254 personas, entre ellas mujeres, niños, un bebé y ancianos, incluidos supervivientes del Holocausto.
Además de representar el mayor asesinato de judíos desde la Shoá, la horrible masacre del 7 de octubre desencadenó un estallido de
antisemitismo a escala global, algo que no se había visto desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Incluso antes de la respuesta militar encaminada a rescatar a los rehenes y luchar contra el grupo terrorista responsable del salvajismo, que prometió repetir el acto hasta aniquilar al Estado judío y a sus habitantes, ya habían surgido innumerables críticas a Israel en todo el mundo, incluso en los Estados Unidos, así como “justificaciones” de los asesinatos y atrocidades contra civiles en el país.
Es alarmante que se haya observado apoyo a organizaciones terroristas en Gaza, que, además de ser bien conocidas por la opresión de su propio pueblo, utilizan una ideología inhumana para tratar de legitimar la violación de mujeres y la masacre de bebés, en detrimento de Israel. Esta actitud pone de relieve la normalización del antisemitismo bajo la apariencia del discurso político.
Creíamos que, después de los horrores del Holocausto, no sólo habría una conciencia generalizada de la profundidad
del mal que los seres humanos somos capaces de cometer, sino también un compromiso colectivo para evitar que tales atrocidades volvieran a ocurrir. Pensábamos que esta evolución garantizaría que, al menos durante nuestra vida y la de las generaciones futuras, este odio ancestral quedaría relegado a los márgenes. Desgraciadamente nos equivocamos. Quedó dolorosamente claro que el antisemitismo simplemente está latente. Ha quedado claro que la humanidad no ha aprendido las lecciones que el Holocausto debería haberle enseñado.
Para el Pueblo Judío, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, nunca ha habido un período tan preocupante marcado por un antisemitismo tan flagrante y generalizado. Para el Estado de Israel, desde su fundación, nunca ha habido un momento en que su existencia, hoy amenazada, haya sido tan necesaria.
Año tras año, generación tras generación, en este tiempo de Iamim Noraim, tiempo de cambio, tiempo de reflexión, debemos sumar un testimonio de nuestra resiliencia colectiva y
de nuestro espíritu indomable. Resaltar enfáticamente la creencia de que D-os siempre cuidará y protegerá a Su Pueblo, a los Hijos de Israel. Los acontecimientos recientes han revelado un sentimiento muy fuerte de unidad y altruismo entre nuestro pueblo. A lo largo de nuestra historia hemos enfrentado y superado muchos obstáculos y tragedias. Estos también los superaremos.
Shaná Tová Tikatevú Vetejatemu y Jag Sameaj
Medicina
Vte López 2154 Pba
CABA
Ariel Cohen Sabban
AYUDA ARGENTINA KEHILATÍ LES DESEA SHANÁ TOVÁ UMETUKÁ.
7 de octubre
Por Raúl Woscoff y Javier Indij
“No podemos permitirnos ser víctimas, debemos tomar el control de nuestra propia vida” (Theodor Herzl)
Lamentablemente, el pueblo judío ha tenido que incorporar a su calendario el trágico acontecimiento ocurrido el 7 de octubre de 2023.
Ese fatídico día Israel sufrió el golpe más doloroso de sus 75 años de existencia. La mayor cantidad de judíos asesinados en un solo día desde la Shoá.
El mal mutó una vez más y ofreció la visión siniestra de la muerte y la destrucción.
Su recordación nos determina a defender el valor de la vida.
Interpelados por el dolor nos preguntamos qué actitud
debemos tomar frente a los hechos ocurridos y ante el comienzo de un nuevo ciclo de inusitados y virulentos ataques antisemitas en varios países de Europa y en los Estados Unidos.
Más allá de la inmediata solidaridad con el Estado de Israel, consideramos que a todo judío comprometido le cabe una tarea en la restauración de la dignidad judía avasallada.
Debemos desarticular las falaces afirmaciones que critican al Estado de Israel negando su inclaudicable derecho a la autodefensa y a repeler militarmente la agresión.
Asimismo reafirmamos que el discurso político tiene un orden ético que construye el respeto mutuo entre quienes disienten.
Y en el caso concreto, frente a los interlocutores políticos, se impone exigirles la condena explícita de la masacre del 7 de octubre.
No hay lugar para eufemismos ni falsas equivalencias que profundizan la indignación. No admitimos la negación ni la
relativización ni la pretendida justificación de los hechos ni la banalización o comparación de la tragedia.
Nuevamente el juramento cívico del “Nunca más” nos impone el activismo y el compromiso.
7 de octubre
Por Sergio Kuchevasky – Director General Hogar LeDor VaDor
Rosh Hashaná nos encuentra con el corazón partido, entre el deseo de querer celebrar la renovación del año y el dolor de conmemorar el brutal ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023, que fue un durísimo golpe para el pueblo de Israel y para toda la humanidad.
A lo largo de este año, en nuestro Hogar llevamos con orgullo los colores de Israel. A través de diferentes actividades, unidos contra el odio, pedimos por el regreso de los
secuestrados, resaltamos los valores de tolerancia y respeto y sostuvimos siempre un firme mensaje de paz.
Y así será cada año. Junto a nuestros residentes continuaremos brindando todo nuestro apoyo al Estado de Israel.
Desde lo profundo de nuestros corazones deseamos que el sonido del shofar llame al mundo entero a despertar y poder abrazar el futuro con esperanza.
Que el nuevo año nos traiga salud, felicidad y paz. Que el balance y la reflexión, nos conduzca hacia el aprendizaje y el crecimiento. Que nos permita perdonarnos a nosotros mismos y a los demás. Que nos rodee el amor y la conexión con los demás.
Por un año bueno, dulce, lleno de proyectos, bendiciones, alegría y luz.
¡Shaná Tová!
Iamim noraim 5785 deja una shmitá por el 7/10
Por Martha Wolff – Escritora
Para los que vivimos llega otro Iamim Noraim para celebrar la vida, para mejorar el futuro.
Para los que ya no están será otro año más sin ellos.
Para los secuestrados el 7/10 será una agonía por el no derecho a compartir ni a rezar.
Para los que fueron asesinados será siempre un año nuevo sin perdón a sus homicidas.
Para los que sobrevivieron, un milagro y una herida que nunca cerrará.
Cuando se recuerde la creación del mundo en Rosh Hashaná
será pedir por su no destrucción. Cuando se abran las puertas del cielo en Iom kipur estará atravesado por almas ausentes y misiles.
El año que termina, el 5784, se recordará en el calendario hebreo como año de duelo imposible de olvidar. Saldrá la primera estrella pero su brillo será por las lágrimas derramadas ante el retorno de la barbarie del antisemitismo.
Bajo la bóveda negruzca del anochecer, los judíos encenderemos velas en nuestros corazones por cada uno de los asesinados por el terrorismo islámico de aquel fatídico octubre y por los que todavía están en cautiverio.
Reunidos en los templos, las plegarias viajarán hacia Israel, tierra de progreso y amor, hacia un país que ha demostrado al mundo su capacidad de defensa, de cuidado de su población, de su trabajo precautorio para protegerlo, de sus reservas de alimentos para su pueblo, de su agua brotada desde la piedra y el desierto, de su aridez convertida en fertilidad, de su ciencia al servicio de la salud, de una
industria pujante, una agricultura de ciencia ficción, de su educación en todos los niveles y de las cientos de planes para asistir a los ciudadanos en la paz y en los peligros.
Todo esto y mucho más sobre una tierra que por debajo solo tiene los refugios como los tienen cada uno en su departamento en las piezas blindadas.
Todo esto comparado con los túneles de Gaza construidos bajo tierra dejando sin protección a su población empobrecida y sin cuidado, mientras la riqueza fue invertida en la fabricación de armamento para destruir a Israel. Así es la diferencia cuando se construye para arriba para la vida y para abajo para la destrucción.
Este Iamim Noraim será el del antisemitismo más virulento después de la Shoá.
Será ese condenar a Israel como asesino, cuando los asesinos son los que nunca podrán reconocer al judío como igual y con derecho a defenderse.
Será el resabio del antisemitismo que ha quedado de la historia repetida.
Será el gran dolor de seguir llevando a nuestros muertos de siempre por el odio y nunca dejando de ser judíos ante el prejuicio del mundo ahora financiado por el fanatismo árabe extremo.
Será un Iamim Noraim con un shofar que sonará como nunca para ser escuchados por los 1200 masacrados el 7/10 y sacrificados por la locura fanática de un dios que manda a matar en vez de amar.
Será su vibración un toque de atención para reflexionar si la humanidad desea un mundo mejor o un campo de batalla.
Será el momento de hacer una estadística de los que desean la paz como camino a la convivencia o si esperan a la paloma que no llega porque los dueños de su vuelo la tienen enjaulada como la reacción internacional ante la existencia de Israel.
Iamim Noraim, una oportunidad para los descarriados
Por Víctor Zajdenberg
Lamentablemente hay judíos que, con un incomprensible auto odio, tergiversan “la guerra genocida de Hamás contra Israel” por “la guerra expansiva de Israel a costa de los palestinos”.
Este nuevo año judío que se inicia es la oportunidad para que los judíos descarriados como Noam Chomsky, Bernie Sanders y otros vuelvan a la comunidad ancestral que los engendró.
Es triste pero necesario dar a conocer que, además de la judeofobia que expresan numerosos personajes de nuestra sociedad (Roger Waters), también existen
descendientes de la propia colectividad judía que no pueden contener sus manifestaciones de “auto odio” a sus orígenes.
Para mostrar al público esta inicua personalidad falsifican paradigmas, tergiversan métodos científicos de análisis, invierten pruebas históricas fidedignas y mienten deliberadamente con el claro objetivo de engañar a sus lectores, confundir a sus oyentes y, lo más grave, inducir a error a sus alumnos.
Más inquietante todavía es el espacio que, quizás ingenuamente, les brindan los medios analógicos y digitales para desarrollar sus peripatéticas declaraciones que llegan a todos los ámbitos nacionales e internacionales, con el consiguiente peligro de exaltar, aún más, el antisemitismo siempre latente.
Me refiero a programas periodísticos y acciones en los campus universitarios norteamericanos donde se justificaron los macabros sucesos del 07/10/2023 a manos de la organización terrorista Hamás, con argumentos tales como que “toda ocupación
provoca resistencia”, como si las aberrantes violaciones, incineraciones y asesinatos de bebés pueden ser justificables.
¿Desde cuándo la “resistencia” se refleja en el asesinato de indefensos niños, jóvenes, estudiantes, mujeres y ancianos?
¿Acaso la “resistencia” francesa en la 2ª Guerra Mundial se dedicaba a asesinar mujeres y niños?
¿San Martín, Belgrano, Bolívar y Washington, en su “resistencia” a las tropas realistas e inglesas, ejecutaban a civiles, jóvenes y niños desprotegidos?
A los terroristas de Hamás se los debe llamar por lo que en realidad son: simplemente una horda de “cobardes y pusilánimes” criminales sobre los que debería caer todo el peso de la ley y la justicia internacional, y no temerarias justificaciones que bordean los límites de la apología al delito, emitidas por dirigentes mundiales ignorantes y antisemitas como Antonio Guterres, Secretario de la ONU, o Josep Borrell, Vicepresidente de la Comisión Europea.
Con relación a la falacia que en su momento subrayara el
acosador Pedro Brieger, “Israel es como un pac-man que avanza comiendo todo el territorio palestino”, le preguntaría si la devolución a Egipto de la hermosa ciudad de Iamit en el Sinaí, la entrega de Taba vecina a la ciudad de Eilat, la cesión completa del Sinaí (territorio cinco veces mas grande que toda Israel) durante la firma de la paz entre Beiguin, Premier de Israel, y Sadat, Presidente de Egipto, la retirada forzada, dolorosa y unilateral efectuada por el General Sharón de los 8.000 pobladores judíos de la Franja de Gaza, los acuerdos de Hebrón realizados por el Premier Benjamin Netanyahu en uno de sus mandatos anteriores al actual, etc., etc., no significan, a contrario sensu, que el Estado de Israel es capaz de ceder todo lo posible en aras a una paz sustentable, reconocida y segura.
Todo otro falso relato, como los esgrimidos por los judeófobos ajenos y propios, es un espurio y fraudulento intento de desviar la realidad y la verdad, y ello no es digno de alguien que se auto titula como lingüista, filósofo, político, analista, periodista y/o profesor.