Por Gustavo Michanie
Vicepresidente World Congress of LGBT Jews: Keshet Ga´avah
No soy periodista y con el respeto que me merece la profesión, no puedo dejar de armar el siguiente relato en el recuerdo de todas las víctimas desde el 7 de octubre al día de hoy.
Me voy a centrar en la historia de Sagui Golan, de 30 años, de Herzliya (un capitán reservista del Lotar, Condecorado de una Unidad Antiterrorista), y de Omer Ohana, de 28 años, quien era su pareja.
La guerra ha puesto a muchas personas desconocidas en el centro de atención durante este año. Hemos visto y escuchado innumerables historias de víctimas, familiares y sobrevivientes. Muchas de estas historias nos han llegado a lo más profundo de nuestros corazones, y cada día es un capítulo más que sumamos con tristeza y dolor; nos han dado la cercanía de conocerlos personalmente a muchos héroes anónimos, que desde su lugar aparecieron en medio de estas historias.
Una de las primeras historias de la guerra, después del 7 de octubre, fue la de Sagui Golan. Su historia fue noticia porque se suponía que se casaría con Omer Ohana el 20 de octubre del 2023. Se habían conocido seis años atrás y Sagui le pidió matrimonio en Tenerife a fines del 2022.
En la mañana del sábado 7 de octubre, Sagui y Omer se despertaron en su departamento en Herzliya y habían encendido la radio para escuchar las noticias, cuando se enteraron del ataque sorpresa perpetrado por Hamás.
Automáticamente, Sagui saltó de la cama y, a pesar de que nadie lo había llamado, se puso su uniforme y en segundos estaba en la puerta de su casa saliendo hacia el sur. Se despidió de Omer con un beso y le dijo: “Vuelvo en menos de una semana”.
Sagui cayó mientras era el jefe de su unidad la noche de ese malvado sábado 7, luchando contra los terroristas de Hamás en el Kibutz Be’eri, cercano a la frontera de Gaza. La noticia oficial de su muerte no se hizo pública hasta el miércoles siguiente. Según Omer, el soldado que vino avisarle sobre esta triste noticia no estaba acostumbrado a quedarse con parejas del mismo sexo y eso fue un momento de quiebre en
él, preguntó algo y le dijeron que debía preguntarles a los padres de Sagui. Se sintió tan enojado porque lo amaba, pero no lo tomaron en cuenta. Su muerte puso de relieve la cuestión del ejército y los del colectivo LGBTQ+.
Si bien las FDI han reconocido a las parejas del mismo sexo de los soldados caídos como elegibles para recibir apoyo financiero y emocional total desde mediados de la década de 1990, el asunto nunca había sido consagrado por ley. Entonces, en las semanas posteriores a la muerte de Sagui, Omer lideró una exitosa campaña para garantizar legalmente los derechos de las parejas del mismo sexo y, de hecho, de los soldados caídos.
Un portavoz militar dijo que el discurso de referencia a seguir en el caso de un soldado que mTova Umetukaate, si este último era soltero o sin pareja de hecho, era el beneficio de los padres, y que se aplicaba a las parejas heterosexuales y homosexuales de la misma manera. También se dijo que si Omer Ohana quería ser reconocido como cónyuge de Sagui Golan, tendría que recurrir al Ministerio de Defensa.
El líder de la oposición, Yair Lapid, dijo a la prensa que “Sagui Golan ha muerto en la batalla en Be´eri. Sagui y su pareja Omer estaban a punto de casarse. El Estado de Israel debe tratar a Omer exactamente como trataría al cónyuge sobreviviente de cualquier soldado que muriera en combate. Si Sagui era lo suficientemente bueno para morir por su país, entonces merece respetar el país lo que su corazón había elegido. Té prometo, Omer, te apoyaré”.
Desde la tragedia, su pareja, Omer, consiguió que todas las parejas de soldados gays fallecidos tengan los mismos derechos que las parejas casadas (lLas bodas igualitarias no se aprueban en Israel, un país en el que los matrimonios están bajo el control de las autoridades religiosas y no existe legislación civil).
El 6 de noviembre, el Parlamento israelí enmendó la mención que concede el apoyo del Estado solamente a los viudos y viudas de soldados casados. A partir de ahora, “todas las personas que viven en concubinato”, sin importar si son gays o heterosexuales, pueden acceder al subsidio de viudez.
A finales de octubre, medios israelíes publicaron que, en medio de su duelo, Ohana tuvo que batallar con la administración para obtener el derecho a una ayuda financiera, psicológica y médica prevista por la ley. Los primeros días de noviembre, el Parlamento le concedió la razón. Ahora pretende militar por “un conjunto de ocho leyes” que, una vez adoptadas, “garantizarán una igualdad absoluta en Israel” a las personas LGBTQ+.
Como toda pareja que prepara los detalles de boda, ellos también escucharon muchas canciones para elegir cuál sería la que escucharían en ese momento especial. Cuando escucharon a Ivri Lider cantando “Zajiti Le´ehov” ( “Gané el privilegio de amar”), se miraron y sabían que esa era la elegida.
La canción, que se suponía que expresaría la cima del amor de los dos, desafortunadamente se convirtió en la banda sonora del funeral de Sagui Golan. El propio Ivri Lider llegó para realizarlo ante los cientos de dolientes, que se suponía que serían invitados a la boda unos días después. Entre los escoltas se encontraban los combatientes que lo acompañaron desde el camino en la unidad de élite hasta la última batalla en Be’eri, donde lucharon durante horas bajo su mando y lograron rescatar a la gente del infierno.
Quiera Dios, que pronto vuelvan todos los secuestrados a sus hogares para poder tener un Shana Tova Umetuka.
La canción “Zachiti Le’ehov” (“Gané el privilegio de amar”), de Ivri Lider: