Por Rab Tzvi Grunblatt

Director Jabad Lubavitch

B”H

5784: un año duro, pero revelador.

Ante todo, el 7/10 (en realidad, Shminí Atzeret) dejó a las claras la actualidad y vigencia de la Torá: que la Torá es Luz. La Torá ilumina nuestro camino y conducta.

Habrá muchas explicaciones de por qué miles de iehudím (y no iehudím) estuvieron abandonados y desprotegidos durante horas.

Por qué no se reaccionó preventivamente cuando se veía el movimiento del otro lado del cerco fronterizo.

Pero está claro que si se hubiera seguido la directiva de la Torá, la historia hubiera sido diferente.

El código de Leyes Shuljan Aruj Oraj Jaim en el capítulo 329 dice claramente que, si gente se acerca a la frontera a un poblado judío, aunque sólo vengan por asuntos de “paja y alfalfa” (o sea, para robar temas menores), deben tomarse las armas, incluso en pleno Shabat, y cerrar la frontera, puesto que una vez que entren (su aspiración puede transformarse en más que mera “paja y alfalfa”) y les será fácil conquistar la tierra.

¡Ni que hablar si vienen por asuntos de vida (para atacar a la gente)! ¡Deben tomarse las armas, aunque no sea la frontera!

La ley no habla de que vayamos primero a negociar. “Sólo quieren plata”, “no generemos discordia”, “es Shabat”, etc. ¡NO! Primero se cierra la frontera, se forman las armas. ¡SIN EXCUSA! Cuando se trata de peligro de vida, ¡primero se resguarda la vida!

Y esto se aplica a todas las políticas de Israel, donde la opinión de las fuerzas de seguridad desde la óptica de seguridad (no desde la óptica política) es estar listo militarmente y tener el control real del territorio.

Además de los caídos el 7/10, tenemos más de 700 chicos y adultos caídos producto de la equivocada política de apaciguamiento (generadora de pérdidas de vidas en los últimos 70 años).

Ante todo, la clara lección para Israel. Pero también para nosotros en todos lados.

Negociar y dar demasiado lugar a las ideas y conductas ajenas que no condicen con el judaísmo y la continuidad de nuestro pueblo. ¡Actuemos de acuerdo a la Torá y perduraremos!

En segundo lugar, pero no por ser menos importante:
El 7/10 (Shmini Atzeret 5784) ¡afloró el alma pura judía! Los testimonios de gente que no se educó en lo religioso, que se puso a rezar a Hashem, a tomar decisiones y hacer promesas de seguir preceptos, velas de Shabat y Shabat en general, Tefilín, etc. son impresionantes.
Se despertó la fe pura – tan potente que no necesita ser explicada. Es la conexión que, aunque oculta, ¡siempre está!
Increíble. Es esa misma alma que nos conecta a todos y espontáneamente nos une con una entrega y solidaridad increíble. El Netzaj Israel. Es la eternidad de Israel y la victoria de Israel. Es la chispa iehudí que hay en cada judío, sin excepción.

Todos poseemos éste tesoro.
Permitamos que nuestra alma brille en nosotros. ¡Permitamos que aflore la fe en nosotros! ¡Sí! Poseemos algo más que instinto, racionalidad y humanidad. Tenemos algo Divino.

Algo que va más allá de todo ello. ¡Se nutre y refleja con cada mitzvá que realizamos! Con cada Salmo, cada Tehilim y cada acto de bondad desinteresado. ¡Seamos lo que somos! Un pueblo cuya historia no es explicable porque está conectado a una dimensión no explicable. No condicionada por este mundo. ¡Ese es el AM ISRAEL JAI!

¡Eduquémonos y a nuestros hijos en ello, porque esa es nuestra verdad!
Este Rosh HaShaná escucharemos todos, el sonido del Shofar (¡no uno tecnológico sino el sonido del Shofar original, y que este Shofar se fusione con el Gran Shofar de la llegada del Mashíaj!)

Con bendición de Ktiva Vajatima Tová, para un año 5785 bueno y dulce.